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Aumentan protestas ciudadanas vs. delfinarios en Quintana Roo

Se exponen las condiciones extremas de explotación en que viven los delfines de un importante hotel de la Riviera Maya.

Aumentan protestas ciudadanas vs. delfinarios en Quintana Roo

3 de diciembre de 2024

Quintana Roo

Luz Baena

Decenas de personas protestaron frente al delfinario de un importante hotel en la Riviera Maya, los pasados 1 y 2 de diciembre, por las malas condiciones en las que viven los mamíferos marinos y las prácticas abusivas a las que son sometidos con fines comerciales. 


Las dos manifestaciones pacíficas se sumaron a las denuncias ciudadanas que han aumentado significativamente en todo el mundo, reflejando una preocupación por el bienestar de los delfines y el rechazo social a la explotación animal como espectáculo. 


Entre las denuncias de los participantes, que resumieron en pancartas y folletos, destacaron las extremas condiciones en las que dicho hotel mantiene a los defines, así como la crueldad que el confinamiento implica para los animales. “Este hotel tiene una de las albercas de delfines más pequeñas de América Latina. Infierno para delfines”, mostraba una de las cartulinas, refiriéndose a los escasos dos metros de profundidad del agua donde habitan, como si fuera una alberca humana. 


“Elige la compasión, no el cautiverio”, “Los delfines no nos pertenecen”, “Confinados de por vida en un pequeño tanque”, “Los delfines pertenecen al océano”. “Esto no es diversión, es explotación” y “Cautiverio es crueldad” fueron mensajes que podían leerse en los carteles de los quintanarroenses que se reunieron frente al hotel ubicado en Puerto Aventuras, Solidaridad, exhortando a cortar lazos con el delfinario y pedir el cierre definitivo del mismo. 


El colectivo Empty the Tanks (en español, Vaciar los Tanques), dedicado a erradicar el cautiverio de ballenas y delfines a nivel mundial, ha señalado que en México existen 40 instalaciones donde 350 delfines en cautiverio son explotados a diario para divertir al público. Tan sólo en el estado de Quintana Roo se encuentran 19 de estos 40 delfinarios, específicamente a lo largo de la Riviera Maya. 


De acuerdo con la organización PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales), que lidera la lucha global contra los espectáculos turísticos con mamíferos acuáticos, los delfines en libertad recorren cientos de kilómetros diariamente y viven en grupos complejos, pero en cautiverio se ven forzados a habitar espacios pequeños, lo que les genera estrés y graves problemas de salud. 


Comúnmente, los delfinarios mantienen a los animales en tanques de concreto con agua clorada de poca profundidad, sin estimulación y expuestos a un sol constante que puede provocarles cataratas, ceguera y padecimientos de la piel. 


En la página web de Empty the Tanks, se detallan las causas de muerte de los delfines que vivieron en cautiverio de 2007 a 2017 en México: traumatismo por fuerza contundente, asfixia, estrés crónico, neumonía, infección por hongos, ahogamiento, ruptura de vejiga, choque séptico, toxicidad por medicamentos, entre otras.


Las protestas forman parte de un movimiento internacional que está alzando la voz en contra de los espectáculos que utilizan mamíferos acuáticos en cautiverio. Siete países han prohibido los delfinarios: Chipre, Eslovenia, Croacia, Costa Rica, Chile, India y recientemente Bélgica. 


Aunque muchos países aún no plantean el cierre permanente de los delfinarios, hay casos de una notable disminución en el número de visitantes, como Marineland, parque temático de la Riviera francesa que ofrece shows con delfines y ballenas. La asistencia ha disminuido de 1.2 millones a 425 mil visitantes por año. 


A pesar de los esfuerzos por visibilizar el sufrimiento de los mamíferos acuáticos, la industria sigue promoviendo su explotación. Es urgente exigir su libertad y promover un turismo responsable que valore la conservación en su hábitat natural.

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