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Protestan frente a Hotel Barceló CDMX contra su delfinario

Representantes de siete organizaciones y ciudadanos de la capital exigieron que la empresa hotelera cierre el delfinario que tiene en la Riviera Maya, donde los mamíferos marinos sufren maltrato y explotación.

Protestan frente a Hotel Barceló CDMX contra su delfinario

27 de enero de 2025

Ciudad de México

Redacción


“Barceló, Barceló, hospedaje de terror para los delfines”. Con esta consigna —salida de altavoces y escrita en carteles—, decenas de personas se manifestaron pacíficamente este sábado 25 de enero en la entrada del Hotel Barceló Ciudad de México, ubicado en Avenida Reforma, muy cerca del Centro Histórico.


El propósito de la protesta, que contó con una mayoría de participantes jóvenes, fue exigir a la empresa hotelera que cierre el delfinario que opera dentro del Barceló Maya Grand Resort en Playa del Carmen (Quintana Roo), debido a que en este lugar mantienen a los mamíferos marinos en cautiverio bajo condiciones extremas de maltrato y explotación, lo que ha ocasionado la muerte de dos de seis delfines (Plata y Alex), con la sospecha de que ha muerto un tercero (Kala), que los activistas reportan como desaparecido.


La convocatoria fue emitida en las redes sociales por siete organizaciones que defienden los derechos de los animales: Dolphin Freedom, Animal Heroes, Marea, Océanos de Vida Libre, Red de Bienestar Animal, Pro Animal Huellas de Vida y Peta Latino.

Por tercera vez, los defensores solicitaron a las autoridades del Hotel Barceló CDMX que recibieran una carta sobre la calidad de vida de los delfines que la empresa mantiene en una alberca clorada de su sucursal en Playa del Carmen, donde los cetáceos son entrenados para trabajar durante horas en espectáculos con fines de lucro. Sin embargo, a pesar de la mediación de autoridades del Gobierno de la Ciudad de México el pasado sábado, ningún mando alto, medio o bajo del hotel quiso recibir el impreso firmado por 34 organizaciones no gubernamentales.


En dicha carta, los activistas solicitan a Barceló que cierre su delfinario en la Riviera Maya —que en realidad es una alberca para humanos— y traslade a los delfines a Dolphin Discovery, delfinario donde contarían con mucho mayor espacio, en tanto se les puede rehabilitar para su posterior liberación en el océano. Cabe señalar que el delfinario del Barceló de la Riviera Maya es operado por la empresa Dolphinaris.


Los manifestantes repartieron volantes informativos en la entrada del hotel y a pie de la avenida, cuyo contenido mostraba un comparativo entre la vida libre de los delfines y el día a día que los animales sufren en el delfinario del Barceló de la Riviera Maya:


“Encerrados en el tanque más pequeño de Latinoamérica, de tan solo 20 metros de largo y 2 metros de profundidad, siendo que en el océano nadan 100 kilómetros diarios y se sumergen más de 200 metros para protegerse del sol. En agua clorada, sin protección del sol, dañando su piel y ojos. Aislados, sin estímulos y explotados”, podía leerse en los flyers.


Esta protesta fue la primera de cuatro que se organizaron el pasado fin de semana, sumándose a las convocadas afuera de los hoteles Barceló en Puerto Aventuras muy cerca de Playa del Carmen, Barceló Occidental Costa Cancún y Barceló Raval en Barcelona, España.


Otras de las consignas que se escucharon en la manifestación pacífica, acompañadas de tambores, fueron las siguientes: “Delfines en prisión es una aberración”, “Barceló, Barceló, de delfines opresor”, “No más crueldad, exigimos libertad”, “Delfines en el mar, no en un tanque para lucrar”.


Entre las actividades que los delfines de Dolphinaris Barceló, en el hotel Barceló Maya Grand Resort, tienen que realizar como parte de la explotación que sufren a diario es el foot push, es decir, levantar todo el peso de un ser humano con su trompa, lo cual les puede ocasionar fracturas de mandíbula y columna, así como dolor intenso. Dolphinaris Barceló vende media hora de nado con delfines por un costo aproximado de 2 mil pesos, lo cual incluye “beso y foot push”, como puede verse literalmente en su página web. Activistas refieren que, cada día, los delfines en el Barceló reciben alrededor de 40 clientes al día.


El daño físico y emocional que el cautiverio provoca en los delfines está ampliamente documentado, a pesar de que la industria turística de los delfinarios ha creado la falsa narrativa de que estos mamíferos marinos son felices viviendo en pequeños espacios y hasta sonríen.










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