A partir del jueves 7 de agosto, el sargazo será oficialmente reconocido como recurso pesquero, lo que permitirá su recolección y aprovechamiento antes de que impacte las playas del Caribe mexicano.

Desde Quintana Roo, el gobierno estatal, liderado por la Gobernadora Mara Lezama, anunció hoy un cambio radical en el manejo del sargazo que azota sus costas cada temporada. Gracias a un nuevo esquema jurídico impulsado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y el Instituto Mexicano de Investigaciones Pesqueras y Acuacultura Sustentable (IMIPAS), esta macroalga deja de estar en un limbo legal para convertirse en un recurso pesquero regulado y aprovechable.

Esta modificación a la Carta Nacional Pesquera, publicada en el Diario Oficial de la Federación, autoriza su uso como materia prima para producir suplementos alimenticios para ganadería, fertilizantes, biocombustibles, bioplásticos, biorremediadores y sistemas de purificación de aguas residuales.

A partir de la publicación de los lineamientos técnicos y ambientales, cualquier persona, cooperativa o empresa podrá solicitar permisos ante Conalpesca para recolectar sargazo en altamar, siempre que respete las metodologías sustentables establecidas. Esta medida no solo busca reducir la llegada de sargazo a las playas, sino también generar empleos verdes y promover una economía circular en la península.

Óscar Rébora, coordinador de la estrategia estatal, destacó la relevancia histórica de esta transformación:

“Desde Quintana Roo, con el impulso de la Gobernadora Mara Lezama vamos a aprovechar esta herramienta para actuar antes de que llegue a las playas, crear empleos y transformar el sargazo en valor.”

El funcionario recordó que, hasta ahora, el sargazo no estaba clasificado ni como residuo, ni como recurso pesquero ni forestal, por lo que su recolección en alta mar carecía de base legal.

“Una de las preguntas que más nos hacen sobre el sargazo es por qué no se recolecta antes de que llegue a las playas o en el mar. Y la verdad es que antes, aunque suene absurdo, no se podía. Era un limbo legal. Hoy, gracias a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Materiales, esto cambió: el sargazo es oficialmente un recurso pesquero.”

Con esta apertura normativa, quienes deseen intervenir en la limpieza de costas deberán presentar un proyecto técnico ante Conalpesca y demostrar que sus métodos no dañan la biodiversidad marina. Los permisos serán otorgados bajo la guía y aprobación del IMIPAS, garantizando estándares de calidad y sostenibilidad.

Rébora subrayó el doble beneficio de la iniciativa:

“Hoy podemos convertir este pasivo en un verdadero activo. Gracias al trabajo de la SEMARNAT, encabezada por la secretaria Alicia Bárcena, y al respaldo técnico del IMIPAS, el sargazo deja de ser un problema sin solución y se convierte en una oportunidad legal, productiva y ambiental.”

Con esta estrategia, Quintana Roo se posiciona como un referente en protección ambiental y gestión costera, equilibrando la conservación de sus playas con el impulso a nuevos modelos de negocio basados en la recolección y procesamiento de sargazo.