Al-Assad niega huida planeada de Siria; Trump acusa a Turquía de intervenir en derrocamiento de gobierno sirio
El depuesto presidente ofrece versión de su huida a Rusia; mandatario electo de EEUU señala influencia turca en su caída. Devastación en Siria continúa por ataques israelíes.

16 de diciembre de 2024
Moscú / Florida / Damasco
Redacción
En sus primeras declaraciones públicas desde su huida de Siria, Bashar al-Assad ha defendido su gobierno y rechazado las versiones que apuntan a que su partida estaba planificada. En un mensaje difundido el lunes a través del canal oficial de Telegram de la presidencia siria, el expresidente aclaró que su salida no ocurrió "durante las últimas horas de las batallas", como se había especulado. "Permanecí en Damasco, cumpliendo con mis funciones hasta la madrugada del domingo 8 de diciembre de 2024", aseguró al-Assad, desmintiendo los rumores sobre su fuga repentina ante el avance de las fuerzas rebeldes hacia la capital.
El depuesto presidente sirio, que describió a los combatientes opositores como “fuerzas terroristas”, explicó que, tras el ingreso de estos grupos a Damasco, se trasladó a una base militar rusa en Latakia, donde supervisó las operaciones de combate. Según al-Assad, la base sufrió ataques con drones por parte de los opositores, lo que llevó a Moscú a organizar su evacuación a Rusia. "Sin medios viables para abandonar la base, Moscú solicitó una evacuación inmediata", explicó en su declaración.
Por otro lado, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha acusado a Turquía de ser un actor clave en el derrocamiento de al-Assad. Durante su primera rueda de prensa tras ganar las elecciones de noviembre, Trump afirmó que "nadie sabe quién está detrás del otro bando [el nuevo poder], pero yo sí sé. Turquía es el que está detrás de él". Estas palabras elevan las tensiones internacionales, ya que Turquía ha jugado un papel importante en la política de la región, apoyando a diversos grupos rebeldes en Siria.
Mientras tanto, el conflicto en Siria sigue causando estragos. Recientes informes de CBS News muestran la devastación provocada por los continuos ataques aéreos israelíes en instalaciones militares sirias, con el pretexto de evitar que armas y equipos bélicos caigan en manos de extremistas. En particular, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó sobre un ataque masivo en Tartús, que fue tan poderoso que se registró en la escala de Richter como un terremoto de magnitud 3.
La infraestructura militar siria, que albergó durante décadas las fuerzas de al-Assad y de su padre, se encuentra en ruinas tras los bombardeos israelíes.
Rusia, que ha sido un aliado cercano del régimen sirio, también enfrenta desafíos respecto a su presencia en el país. Tras la huida de al-Assad, imágenes satelitales muestran que la mayoría de los barcos rusos han abandonado el puerto de Tartús, aunque el Ministerio de Defensa ruso ha indicado que aún están negociando con las nuevas autoridades rebeldes sobre la situación de sus tropas y equipos militares en Siria.