Aranceles de Trump al acero y aluminio entran en vigor; México, tercer proveedor de EU
Con la tasa al acero y aluminio aumentada a 50%, México se ve afectado como tercer exportador; aranceles impactan industria y tensan relaciones comerciales.

4 de junio de 2025
Estados Unidos
Manuel Jasso
En la primera hora del miércoles 4 de junio de 2025, a las 22:01 horas, tiempo del centro de México, entró en vigor el nuevo arancel de 50 por ciento sobre las importaciones de acero y aluminio de Estados Unidos. Esta medida, anunciada por el presidente Donald Trump, duplica la tasa previa del 25 por ciento y está vigente para todos los países, excepto para el Reino Unido. Para México, que se ubica como el tercer proveedor de acero a Estados Unidos (por debajo de Canadá y Brasil), los aranceles representan un golpe a la industria siderúrgica y a las exportaciones nacionales.
Este incremento se produjo en medio de la reunión de ministros de la OCDE, donde la imposición de aranceles por parte de Washington oscureció el inicio del encuentro. Desde que regresó a la Casa Blanca en enero, Trump ha implementado tarifas que han tensionado las relaciones con sus socios comerciales y han originado una serie de rondas de negociación. En marzo pasado, las importaciones de acero y aluminio ya habían sufrido un recargo del 25 por ciento, con la intención de incentivar la producción interna estadounidense. Sin embargo, según el decreto presidencial, ese nivel no fue suficiente para que las industrias del acero y el aluminio alcancen una capacidad de operación óptima y sostenible a largo plazo.
El texto oficial señala que el aumento a 50% “proporcionará un mayor apoyo a estas industrias y reducirá o eliminará la amenaza a la seguridad nacional que representan las importaciones de productos de acero, aluminio y sus derivados”. En 2024, Estados Unidos importó alrededor de la mitad del acero y el aluminio que utilizó en el país, siendo Canadá su principal proveedor de acero, seguido por Brasil y México, mientras que Argentina ocupa la sexta posición entre los exportadores de aluminio.
El alza de los aranceles se anunció justo cuando el Representante Comercial de la Casa Blanca, Jamieson Greer, se disponía a reunirse con el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, en el marco de la cumbre de la OCDE que concluye el miércoles. Asimismo, Trump responsabilizó a la Unión Europea de no negociar de buena fe y la amenazó con imponerles un arancel del 50 por ciento si no revertían ciertas prácticas comerciales consideradas “injustas”. En abril, el presidente estadounidense ya había impuesto aranceles del 10% a casi todos sus socios, aunque dichas tasasestuvieron suspendidas por 90 días y volverán a entrar en vigor el 9 de julio de 2025.
La comunidad europea anunció su intención de aplicar medidas de represalia ante el aumento arancelario, y los ministros de Economía del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos) tienen programado un encuentro antes de la cumbre de jefes de Estado en junio en Canadá. “Debemos buscar soluciones negociadas lo antes posible, porque el tiempo se agota”, declaró la ministra de Economía de Alemania, Katherina Reiche, refiriéndose a la urgencia de un acuerdo para evitar una escalada de la guerra comercial.
Por otra parte, la OCDE rebajó su pronóstico de crecimiento global a 2.9% para 2025, desde el 3.1% previsto en marzo, señalando que los aranceles de Estados Unidos al acero, al aluminio y a otros sectores, como la automoción, la farmacéutica y los semiconductores, están generando incertidumbre en la economía mundial. Esta incertidumbre se verá agravada si no se alcanzan acuerdos que permitan estabilizar el comercio internacional y proteger a las industriasafectadas.
Para México, el aumento de los aranceles al acero y al aluminio supone un escenario complicado para los exportadores y para las empresas que dependen de estos insumos en sectores como la automotriz, la construcción y la manufactura en general. Aunque el gobierno de México no ha emitido un pronunciamiento oficial en este instante, el sector productivo y las autoridades comerciales deberán buscar alternativas y estrategias para mitigar el impacto de estos aranceles y mantener la competitividad de la industria mexicana.