En un suceso histórico, el pueblo suizo de Blatten fue prácticamente arrasado este miércoles cuando un gigantesco fragmento del glaciar Birch se desplomó sobre el valle, desencadenando una avalancha de lodo y rocas que enterró viviendas y sepultó siglos de tradición alpina. Aunque los 300 habitantes habían sido evacuados el 19 de mayo ante el riesgo de inestabilidad del glaciar, se reporta la desaparición de un hombre de 64 años y la destrucción total de numerosos hogares.

Las impactantes imágenes tomadas por drones muestran cómo el derrumbe glaciar sucedió alrededor de las 15:30 horas, con un estruendo ensordecedor y una nube de polvo visible a kilómetros. Autoridades locales y equipos de rescate con perros y escáneres térmicos trabajaron contrarreloj, pero suspendieron la búsqueda al día siguiente debido al peligro de nuevos desprendimientos.

El alcalde de Blatten, Matthias Bellwald, reconoció que “ha ocurrido lo inimaginable”, pero confía en la reconstruccióndel pueblo. Por su parte, la glacióloga Mylene Jacquemart advirtió que el cambio climático está acelerando el deshielo y aumentando la frecuencia de lluvias en altura, factores que comprometen la estabilidad glaciar y elevan el riesgo de nuevos derrumbes en las zonas altas de los Alpes.

Blatten no es el único pueblo suizo en alerta: expertos han señalado que otras localidades alpinas podrían enfrentar evacuaciones similares si las condiciones de los glaciares continúan deteriorándose. Mientras tanto, los habitantes de Blatten planifican el largo proceso de limpieza y reconstrucción, conscientes de que devolverá vida a un enclave marcado ahora por la fuerza implacable del glaciar Birch.