El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, viajó a Roma para participar en el Foro Mundial de la Alimentación convocado por la FAO y fortalecer la estructura de la Alianza contra el Hambre y la Pobreza, la iniciativa lanzada por su gobierno en el marco de la presidencia pro tempore brasileña del G20.

Según información oficial y reportes de prensa, la Alianza ya incluye programas de asistencia dirigidos a una decena de países y entre los beneficiarios recién incorporados figuran República Dominicana y Haití, naciones que recibirán apoyo para diseñar políticas públicas que garanticen seguridad alimentaria y promuevan el desarrollo rural sostenible.

La FAO participará de manera destacada en la operación técnica del mecanismo: su sede en Roma acogerá el soporte logístico y de coordinación que dará seguimiento a los programas de cooperación. Ese Secretariado tendrá la misión de articular acciones, facilitar cooperación técnica y reducir los costos de transacción entre donantes y países receptores.

Durante las actividades en Roma, se formalizará la instalación del Secretariado de la Alianza, que servirá para canalizar recursos y coordinar proyectos con organismos multilaterales —entre ellos bancos de desarrollo— así como para agrupar experiencias y promover el financiamiento orientado a programas de transferencias, seguridad alimentaria y desarrollo rural. En ejercicios previos la iniciativa contó con la participación de instituciones financieras multilaterales comprometidas con la movilización de recursos.

La incorporación de República Dominicana y Haití supone un enfoque hacia el Caribe, donde ambos países enfrentan retos estructurales en materia productiva y de gobernanza —en especial Haití, que atraviesa una grave crisis humanitaria y alimentaria— por lo que el acompañamiento técnico y financiero de la Alianza busca mitigar las pérdidas de capacidad productiva y apoyar la seguridad alimentaria.

La iniciativa, presentada por Brasil durante su gestión al frente del G20, persigue articular políticas públicas, experiencias y recursos para acelerar la erradicación del hambre y la pobreza hacia 2030, con un enfoque de cooperación Sur–Sur y la participación de organizaciones multilaterales, bancos de desarrollo y organismos internacionales. En Roma, los representantes del gobierno brasileño buscarán consolidar compromisos y asegurar mecanismos de financiamiento para la implementación de los primeros proyectos en los países seleccionados.