Detenido ciudadano uzbeko por atentado que mató a jefe de Defensa Radiológica de Rusia
Comité de Investigación ruso acusa a servicios secretos ucranianos de estar detrás del ataque.

18 de diciembre de 2024
Moscú, Rusia
Redacción
La tensión entre Rusia y Ucrania alcanza nuevas dimensiones con el asesinato del general Ígor Kirílov, jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas rusas, en un atentado con explosivos ocurrido en Moscú el pasado martes. El Comité de Investigación ruso, en colaboración con el Servicio Federal de Seguridad (FSB) y el Ministerio del Interior, ha arrestado a un ciudadano uzbeko, nacido en 1995, como principal sospechoso del ataque que también costó la vida de su asistente, Iliá Polikárpov.
El detenido, identificado solo como “M. S.”, fue capturado en la capital rusa y puesto a disposición de un juez de instrucción. Según la portavoz del Comité, Svetlana Petrénko, durante su interrogatorio, el sospechoso habría confesado haber sido reclutado por los servicios de inteligencia ucranianos para llevar a cabo el atentado. "El detenido explicó que recibió instrucciones directas para viajar a Moscú, donde recibió un artefacto explosivo improvisado que colocó en un scooter eléctrico estacionado cerca del edificio residencial de Kirílov", detalló Petrénko.
El atentado ocurrió el 17 de diciembre en la madrugada, cuando el artefacto, colocado en un patinete eléctrico estacionado cerca de la entrada del edificio en la avenida Riazanski, fue activado. La explosión acabó con la vida de Kirílov y su adjunto. Ambos fallecieron en el acto debido a la potencia del artefacto.
El general Kirílov era una figura clave en la defensa de Rusia contra posibles ataques biológicos, químicos y nucleares, lo que añade una dimensión simbólica a su asesinato. Su muerte ha sido calificada como un golpe significativo para las Fuerzas Armadas rusas, especialmente en un contexto de creciente preocupación por la seguridad interna, en un momento crítico de la guerra en Ucrania.
Las autoridades rusas han señalado que, de ser cierto que los servicios secretos ucranianos están detrás del atentado, esto representaría una escalada en las tácticas de la guerra, donde los ataques selectivos y de alto perfil se han convertido en una constante. Sin embargo, hasta el momento, Kiev no ha emitido una declaración oficial sobre las acusaciones, aunque ha negado previamente cualquier implicación en actos de terrorismo.