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EE.UU. y Ucrania afinan nuevo plan de paz: cualquier acuerdo deberá respetar la plena soberanía de Kiev

Washington y Kiev revisan un documento de 28 puntos impulsado por Donald Trump en las negociaciones de Ginebra, mientras continúan los ataques rusos y crecen las presiones de Europa para tener un papel central en el proceso.

24 de noviembre de 2025

Estados Unidos

Redacción

En medio de las negociaciones en Ginebra, autoridades de Estados Unidos y Ucrania confirmaron que trabajan en una nueva versión del plan de paz para poner fin a casi cuatro años de guerra tras la invasión rusa. El punto central del documento actualizado es claro: ningún acuerdo será válido si no garantiza la “plena soberanía” de Ucrania.


Las conversaciones giran en torno a un plan estadounidense de 28 puntos, impulsado por el presidente Donald Trump, cuyo objetivo es establecer un marco para detener el conflicto con Rusia.


Progresos en Ginebra y una “nueva versión” del plan de paz

Representantes de ambos países informaron que la reunión permitió avanzar en una versión refinada del marco de paz. De acuerdo con el comunicado conjunto, Washington y Kiev reafirmaron que cualquier pacto futuro deberá respetar plenamente la soberanía ucraniana, dejando fuera cualquier fórmula que implique renuncias impuestas sobre su territorio o su capacidad de decisión.


Las delegaciones describieron las pláticas como “constructivas, centradas en el objetivo y respetuosas”, subrayando un compromiso compartido con una “paz justa y duradera”.

El senador estadounidense Marco Rubio (mencionado como interlocutor clave en las negociaciones) aseguró que se han logrado “enormes progresos” y que los puntos que aún quedan pendientes “no son insuperables”, aunque admitió que se necesita más tiempo y recordó que Rusia también tendrá que opinar sobre el resultado final.


De un documento polémico… a un marco más alineado con Kiev

La versión inicial del plan había sido bien vista por el presidente ruso Vladimir Putin, porque retomaba varias de sus exigencias: que Ucrania cediera territorio, redujera el tamaño de sus fuerzas armadas y renunciara a unirse a la OTAN, a cambio de ciertas garantías de seguridad occidentales.


Ese enfoque generó preocupación en Kiev, pero ahora el presidente ucraniano Volodimir Zelenski considera que la nueva versión del plan de Trump refleja “la mayoría de las prioridades clave” de Ucrania.


Trump había fijado inicialmente el 27 de noviembre como plazo para que Zelenski respondiera a su propuesta, aunque matizó después que el documento no es su “última oferta”. Rubio también sugirió flexibilidad en el calendario: “Queremos que esto se haga lo más rápido posible. Obviamente, nos gustaría que fuera el jueves”, afirmó, sin cerrarse a otros escenarios.


Zelenski agradece, Trump reclama “ingratitud”

En un gesto político relevante, Zelenski dijo sentirse “personalmente agradecido” con Trump por sus esfuerzos para construir un plan de paz, un mensaje que llega después de que el mandatario estadounidense acusara a Ucrania de falta de reconocimiento a esos intentos.


En su red social Truth Social, Trump había escrito que “los líderes ucranianos han expresado cero gratitud” hacia sus iniciativas. La respuesta pública de Zelenski busca rebajar esa tensión discursiva, al tiempo que refuerza la disposición de Kiev a seguir negociando bajo la condición innegociable de defender su soberanía.


La guerra sigue: ataque ruso en Járkov

Mientras en Ginebra se discuten acuerdos y calendarios, la realidad del frente de guerra volvió a golpear a Ucrania. Las fuerzas rusas lanzaron un nuevo ataque contra la ciudad de Járkov, dejando cuatro personas muertas y 17 heridas.


El alcalde Ígor Terejov calificó la situación como “realmente horrible”, subrayando la contradicción entre las negociaciones de paz y los ataques contra infraestructura y edificios residenciales, donde continúan muriendo civiles.


Europa busca no quedar al margen del plan de paz

Las negociaciones han movilizado también a los países europeos, que multiplican reuniones y contactos para no quedar fuera de la mesa donde se define el futuro de Ucrania.

  • La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pidió que la Unión Europea tenga un papel central en cualquier plan de paz.

  • El jefe de gobierno alemán, Friedrich Merz, se mostró escéptico sobre lograr un acuerdo completo antes del 27 de noviembre, pero planteó una propuesta para dar al menos un primer paso esa fecha.

  • Desde la cumbre del G20 en Sudáfrica, la primera ministra italiana Giorgia Meloni sostuvo que no es necesario presentar una “contrapropuesta completa” al plan estadounidense, sino avanzar por etapas.


En paralelo, Trump y el primer ministro británico Keir Starmer coincidieron, en una llamada telefónica, en la importancia de “trabajar todos juntos en este momento crítico” para el futuro de Ucrania, según informó Downing Street.


El lunes se celebrará una reunión sobre Ucrania entre los dirigentes de la UE, y el martes el presidente francés Emmanuel Macron encabezará una videoconferencia de los países que apoyan a Kiev, lo que confirma que el tablero diplomático europeo busca consolidarse como actor decisivo en cualquier arreglo.


Soberanía, seguridad y tiempos políticos

El rediseño del plan de paz para Ucrania se mueve en un delicado equilibrio entre:

  • La exigencia ucraniana de soberanía plena e integridad territorial,

  • Los intereses geopolíticos de Estados Unidos y sus aliados,

  • Y la presión del tiempo, marcada por los plazos políticos que Washington ha puesto sobre la mesa.


Aunque las partes reconocen avances y hablan de una “paz justa y duradera”, la realidad en el terreno —con ataques como el de Járkov— recuerda que el fin de la guerra no depende solo de los textos en Ginebra, sino también de la voluntad de Moscú y de la capacidad de la comunidad internacional para sostener un acuerdo que no sacrifique la soberanía de Ucrania.

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