Fuerzas israelíes lanzan asalto terrestre en la Ciudad de Gaza y desatan nueva ola de desplazamiento
Israel anuncia operaciones ampliadas para derrotar a Hamás; la ofensiva agrava la crisis humanitaria y genera condenas internacionales.

17 de septiembre de 2025
Gaza
Redacción
Las fuerzas armadas de Israel iniciaron un asalto terrestre en la Ciudad de Gaza tras una noche de intensos bombardeos, en una operación que, según el Ejército, busca desmantelar posiciones de Hamás en uno de sus últimos bastiones. La ofensiva ha provocado una nueva salida masiva de civiles y múltiples víctimas, mientras la comunidad internacional elevó sus críticas.
Una comisión independiente de la ONU publicó esta semana un informe en el que concluye que las acciones israelíes en Gaza podrían constituir genocidio; el hallazgo fue rechazado por Israel, que sostiene que su campaña está dirigida contra Hamás y no contra la población palestina. El informe y la apertura del asalto terrestre intensificaron las protestas y el reproche internacional.
Según comunicados y reportes en la zona, decenas de civiles murieron y varios centenares resultaron heridos en los primeros días de la operación, mientras que las autoridades militares israelíes indicaron la apertura temporal de rutas de evacuación y afirmaron que cientos de miles de habitantes acataron órdenes de desplazamiento para salir hacia el sur. Organizaciones y medios locales reportaron además que muchas personas no pudieron huir por falta de opciones seguras.
El Gobierno israelí justificó la operación en la necesidad de liberar rehenes y derrotar a las milicias. El ministro de Defensa, Israel Katz, describió el asalto como un “punto de prueba significativo” en la campaña y afirmó que la intensidad de la acción busca “abrumar” a Hamás; las autoridades israelíes estiman que en la ciudad quedan aún miles de combatientes del grupo. Por su parte, el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que se intentaba abrir rutas para facilitar la evacuación de la población y separar civiles de los combatientes.
La ofensiva suscitó fuertes reacciones internacionales. El Reino Unido calificó la operación como “totalmente imprudente y espantosa”, advirtiendo que solo agravará el derramamiento de sangre y pondrá en peligro a los rehenes; Alemania también expresó su preocupación y llamó a reconsiderar la escalada militar. Las peticiones por un alto al fuego y por un acceso humanitario sin restricciones aumentaron en foros multilaterales.
Analistas militares prevén un avance gradual de las tropas israelíes —con el riesgo de combates urbanos y emboscadas de tipo guerrillero— y han advertido que la operación podría prolongarse durante semanas o meses, con consecuencias directas sobre la disponibilidad de servicios básicos y la seguridad de civiles en la Franja de Gaza. Las agencias humanitarias han alertado sobre el deterioro de las condiciones alimentarias, sanitarias y de albergue en una población ya sometida a prolongados desplazamientos.



