Irán suspende cooperación con el OIEA tras ataques a sus instalaciones nucleares
Teherán limita las inspecciones de la ONU y avanza hacia un programa de enriquecimiento más opaco, mientras crecen las tensiones con Occidente.

2 de julio de 2025
Irán
Redacción
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, firmó este miércoles una ley que ordena la suspensión inmediata de toda cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en respuesta a recientes ataques aéreos de Estados Unidos e Israel contra sus instalaciones nucleares más sensibles . La medida, respaldada por el Parlamento y el Consejo Supremo de Seguridad Nacional, no especifica plazos y condiciona la vuelta a la normalidad a “garantías de seguridad” para científicos e infraestructuras nucleares.
Previamente, el Parlamento iraní aprobó, el 25 de junio, un proyecto de ley que obliga al Ejecutivo a interrumpir el tratado de garantías del OIEA bajo el Tratado de No Proliferación Nuclear . Según el texto, cualquier inspección futura requerirá la aprobación expresa del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, lo que podría frenar hasta las evaluaciones de daños tras los bombardeos de Fordo y Natanz.
A pesar de la suspensión, el ministro de Exteriores, Abbas Araghchi, declaró que Irán sigue “dispuesto” a retomar negociaciones diplomáticas con Estados Unidos, aunque sin previsión de un reinicio inmediato. Por su parte, el OIEA confirmó que sus inspectores continúan en suelo iraní a la espera de una comunicación oficial que precise el alcance de la decisión.
La reacción internacional fue inmediata: el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, calificó el anuncio como una “violación total” de los compromisos nucleares de Irán, y apeló a Europa para activar la cláusula de restablecimiento de sanciones del acuerdo de 2015 . Analistas advierten que, al limitar el monitoreo del OIEA, Irán podría acelerar el enriquecimiento de uranio hacia niveles cercanos al armamentístico, lo cual agudiza la crisis de confianza en la región.
Con esta decisión, Teherán refuerza su estrategia de presión en un contexto de alta tensión, donde las inspecciones han sido tradicionalmente un instrumento de negociación con Occidente. El resultado apunta a un enfrentamiento prolongado entre Irán y la comunidad internacional sobre la transparencia de su programa nuclear.