Israel rechaza que exista “desnutrición generalizada” en Gaza; organismos humanitarios alertan lo contrario
El COGAT cuestiona las cifras de muertes por hambre y atribuye muchos casos a enfermedades preexistentes; la OMS, el PMA y ONG registran aumentos preocupantes de malnutrición.

13 de agosto de 2025
Israel
Redacción
El organismo israelí COGAT —dependiente del Ministerio de Defensa y responsable de asuntos civiles en los territorios palestinos— emitió un comunicado en el que afirma que no hay “señales de un fenómeno de desnutrición generalizada” en la Franja de Gaza y que, tras revisar caso por caso, la mayoría de las muertes atribuidas a la desnutrición corresponderían a personas con condiciones médicas preexistentes. El texto también acusa a Hamás de inflar cifras y de “explotar imágenes trágicas” con fines propagandísticos.
Frente a esa versión, agencias internacionales y organizaciones humanitarias han documentado niveles alarmantes de hambre y malnutrición en Gaza. La Organizaci ón Mundial de la Salud (OMS) ha advertido sobre un incremento de muertes relacionadas con la malnutrición en 2025 y ha registrado cientos de casos con signos de desgaste severo en pacientes que llegan a los centros de salud. Estos datos son parte de los informes que la OMS ha difundido sobre la situación sanitaria en el enclave.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA/WFP) y otras agencias han señalado que cientos de miles de personas están al borde de la hambruna y que el acceso insuficiente y la limitación del paso de ayuda humanitaria agravan la crisis. Informes recientes del PMA sitúan a una proporción significativa de la población en condiciones similares a las de hambruna y subrayan que la continuidad del bloqueo y los obstáculos logísticos elevan el riesgo de más muertes por inanición.
Diversas fuentes —entre ellas medios y organismos sanitarios— recogen estimaciones distintas sobre el número de fallecidos por desnutrición: el gobierno de Gaza (Hamás) ha informado de centenares de muertes atribuidas al hambre desde el inicio del conflicto, mientras que la OMS y otras agencias ofrecen cifras parciales recogidas en hospitales y centros de salud que confirman un aumento de casos graves de malnutrición, sobre todo entre niños menores de cinco años. Por ejemplo, reportes recientes de organismos internacionales apuntan a decenas de miles de menores que presentan desnutrición aguda.
Expertos y ONG en el terreno, como Médicos Sin Fronteras, han advertido que la desnutrición “es real” y está creciendo rápidamente, y subrayan que en contextos de conflicto las enfermedades crónicas y la desnutrición suelen combinarse: pacientes con dolencias previas son más vulnerables cuando se restringe el acceso a alimentos, agua potable y servicios médicos. Por eso estas organizaciones insisten en la necesidad de acceso humanitario seguro y sin demoras para poder atender y prevenir más muertes.
El choque entre el discurso oficial de COGAT y los informes de agencias internacionales refleja una controversia sobre la interpretación de datos, la metodología de registro de muertes y el impacto del bloqueo en la entrega de ayuda. Mientras Israel sostiene que muchas muertes atribuidas a la inanición obedecen a condiciones previas y cuestiona la credibilidad de ciertas listas difundidas por Hamás, organismos multilaterales y gobiernos aliados piden acceso pleno y sostenido para verificar en terreno el alcance real de la crisis alimentaria y evitar una tragedia mayor.
Ante este escenario, las peticiones de la comunidad internacional se centran en garantizar corredores humanitarios, permitir el ingreso masivo y sostenido de alimentos y medicinas, y proteger a trabajadores y beneficiarios en puntos de distribución. Las agencias internacionales alertan que, sin un aumento sustantivo del abastecimiento y de la seguridad para su entrega, la situación nutricional podría deteriorarse aún más en las próximas semanas.