El representante especial de la Casa Blanca para Ucrania, Keith Kellogg, arribó este lunes a Kiev en un tren proveniente de Polonia, con la misión de avanzar en la reanudación del envío de sistemas de defensa aérea Patriot prometidos por el presidente Donald Trump. Su llegada fue confirmada por Andriy Yermak, jefe de gabinete del mandatario Volodímir Zelensky, quien destacó en Telegram que “la paz a través de la fuerza” es la política de Washington y Ucrania respalda ese enfoque.

Durante su visita, Kellogg sostendrá reuniones con líderes militares y de inteligencia, incluidos los jefes del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), para revisar las capacidades rusas y los requerimientos ucranianos. Zelenski indicó que los comandantes presentarán un informe detallado que facilitará las negociaciones previstas para esta semana, con el objetivo de “obligar a Rusia a negociar la paz” mediante un apoyo estratégico y sanciones más estrictas.

El viaje de Kellogg coincide con un reciente anuncio de Trump, quien comunicó el envío de nuevos equipos Patriot financiados por la Unión Europea, sin precisar el número exacto de unidades. El presidente estadounidense aprovechó para criticar al ruso Vladimir Putin, acusándolo de prometer diálogo mientras intensifica los bombardeos nocturnos contra objetivos civiles y militares. Trump también advirtió que las sanciones contra Moscú podrían endurecerse en función de la situación en el terreno.

Horas antes de la llegada del enviado, la Fuerza Aérea ucraniana reportó un intenso ataque ruso que incluyó 136 drones —principalmente kamikazes Shahed— y cuatro misiles. Las defensas aéreas habrían neutralizado 61 de esos aparatos, aunque varios drones lograron impactar en diferentes regiones, y los misiles no pudieron ser interceptados. Este contexto de ataques masivos refuerza la urgencia del apoyo estadounidense para proteger el espacio aéreo y garantizar la seguridad de la población.