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Maduro asume su tercer mandato en medio de protestas y un respaldo internacional dividido

El presidente venezolano jura su cargo ante la Asamblea Nacional, mientras la oposición denuncia fraude y la comunidad internacional se muestra polarizada.

10 de enero de 2025

Caracas, Venezuela

Redacción

Nicolás Maduro asumió el pasado viernes su tercer mandato como presidente de Venezuela, en una ceremonia celebrada en la Asamblea Nacional, donde el chavismo mantiene el control. En un clima tenso, marcado por protestas y acusaciones de fraude electoral, Maduro juró sobre la Constitución de 1999, ratificando su compromiso con lo que denominó un nuevo periodo de “paz, prosperidad y nueva democracia”.


La toma de posesión se da en medio de una polarización creciente. La oposición, liderada por María Corina Machado, ha denunciado que el acto de juramentación es ilegítimo, calificándolo de “golpe de Estado” y acusando al presidente de haber violado la Constitución. La protesta en las calles refleja la profunda división política que atraviesa el país, que se ha intensificado tras las elecciones de 2024, que la oposición califica de fraudulentas.


Por otro lado, Maduro cuenta con el respaldo de sectores internos y el apoyo diplomático de varios países clave, lo que le otorga un sólido sostén en su gestión. La comunidad internacional se mantiene dividida, con algunos actores clave reconociendo la legitimidad de su reelección, mientras que otros, especialmente en Occidente, siguen rechazándola. El apoyo de potencias como Rusia y China refuerza su posición internacional, pero no logra disminuir las críticas internas ni el rechazo de sectores democráticos internacionales.


En una entrevista con Sputnik, el politólogo venezolano William Serafino destacó las claves del éxito del chavismo, citando la estrategia de desactivación de frentes armados y la movilización social como factores determinantes para consolidar el poder de Maduro. Según Serafino, la neutralización de frentes vinculados a la extrema derecha y a figuras de la oposición como María Corina Machado ha sido clave para mantener la cohesión dentro de las fuerzas armadas y el respaldo popular al régimen.


Sin embargo, la protesta interna sigue siendo palpable. Edmundo González, el candidato opositor que asegura haber ganado las elecciones, decidió no regresar a Venezuela tras la toma de posesión de Maduro, debido a una orden de arresto pendiente en su contra. Machado, por su parte, ha acusado a Maduro de violar la Constitución, denunciando que el acto de asunción es un desafío directo al pueblo venezolano.


Maduro, durante su discurso, prometió cumplir con los mandatos de la Constitución y renovar el compromiso con la estabilidad del país, afirmando que su victoria es un reflejo de la voluntad popular. A pesar de las acusaciones de fraude, el presidente se mostró confiado en que su gobierno superará los desafíos internos y seguirá adelante con sus planes para Venezuela.


A lo anterior, hay que agregar que el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió una alerta internacional el mismo día de la toma de posesión, reiterando la orden de arresto contra Nicolás Maduro. La acusación de narcotráfico sigue siendo un punto clave de la política estadounidense hacia Venezuela, y el gobierno de estadounidense ofreció una recompensa de hasta 25 millones de dólares por información que conduzca al arresto del mandatario venezolano.

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