En una sorprendente victoria de remontada, el primer ministro Mark Carney y su Partido Liberal consiguieron 168 asientos en el parlamento en las elecciones de Canadá, frente a los 144 obtenidos por los conservadores de Pierre Poilievre. Aunque los liberales no lograron la mayoría absoluta, el resultado fortalece su mando en el Parlamento y subraya la insistencia de Carney en alejar la política canadiense de la creciente presión de la Administración Trump en EE. UU.

En su discurso de triunfo en Ottawa, Carney aseguró que el viejo pacto de “mutuo beneficio” con los Estados Unidos ha cambiado para siempre. “Nunca olvidaremos las lecciones tras el impacto de la traición estadounidense”, proclamó, advirtiendo que Trump busca apoderarse de “nuestra tierra, nuestro agua y nuestros recursos”. Con este discurso, Carney recalca la unidad nacional y redefine las prioridades de Canadá ante Washington.

El líder conservador Pierre Poilievre, quien apenas unos meses atrás encabezaba todas las encuestas, no solo vio a su partido superado, sino que perdió su propio escaño en Carleton (Ontario) ante el liberal Bruce Fanjoy. La derrota de Poilievre refleja el desgaste de su estrategia, considerada por muchos como demasiado tibia frente a las amenazas de Trump.

La victoria de Carney también cosechó elogios internacionales: el presidente francés Emmanuel Macron felicitó al primer ministro liberal, calificándolo como “la encarnación de un Canadá fuerte ante los grandes desafíos de nuestro tiempo” y reafirmó la voluntad de estrechar lazos bilaterales.

Recién llegado al cargo tras la renuncia de Justin Trudeau, Mark Carney construyó su campaña sobre su experiencia como gobernador de los bancos centrales de Reino Unido y Canadá.

Convenció a los votantes de que su formación financiera global lo capacita para guiar al país en medio de una potencial guerra comercial con EE. UU. y prometió extender los acuerdos con otros mercados para reducir la dependencia del vecino del sur.

Con casi 29 millones de personas elegibles y un récord de 7.3 millones de votos anticipados, las elecciones de abril dejan a los liberales en minoría en el parlamento, obligados a negociar para aprobar sus reformas. El desafío inmediato será reconstruir una relación con EE. UU. basada en el respeto mutuo, al tiempo que se consolida el perfil internacional de Canadá bajo el liderazgo de Mark Carney.