El Gobierno de Estados Unidos lanzó un programa de autodeportación destinado a migrantes indocumentados que busca acelerar su salida voluntaria. La oferta incluye un boleto de avión, mil dólares y la oportunidad de ser considerados para un retorno legal futuro. Según la Casa Blanca, la iniciativa disminuirá en un 70 % los costos de una deportación forzada, cuya factura promedio alcanza los 17, 121 dólares por persona a cargo del DHS (Departamento de Seguridad Nacional).

Para acogerse al plan, los interesados deben registrarse en la aplicación CBP Home, completar un formulario y confirmar su salida antes de recibir la ayuda. Kristi Noem, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), subrayó que la autodeportación resulta “la forma más segura, económica y eficaz de salir de Estados Unidos y evitar el arresto”. Hasta ahora, al menos un solicitante hondureño ya ha regresado a su país bajo este esquema, informaron fuentes oficiales.

El presidente Donald Trump advertido que, quienes no opten por esta vía de autodeportación, podrían enfrentar sanciones más severas y la imposibilidad de volver al país. Asimismo, aseguró que el programa ofrecerá un trato preferencial a quienes demuestren “buen perfil” y cumplan con los requisitos migratorios para un eventual regreso legal.

Con este plan, el DHS pretende aligerar la carga de los procesos de deportación y reorientar recursos hacia otros frentes de control migratorio. Sin embargo, la medida ha generado debate: defensores de derechos de los migrantes cuestionan si mil dólares y un vuelo son suficientes para resolver la complejidad del fenómeno, mientras que críticos la consideran un alivio parcial para un sistema migratorio saturado.