Monzón letal en Pakistán: 225 muertos en 48 horas y más de medio millar de víctimas desde junio
Inundaciones relámpago y deslizamientos azotan el norte del país; las autoridades advierten lluvias más intensas hasta mediados de septiembre y cientos de rescatistas buscan supervivientes.

16 de agosto de 2025
Pakistán
Redacción
Las intensas lluvias monzónicas que han azotado el norte de Pakistán dejaron al menos 225 muertos en las últimas 48 horas, informó la autoridad provincial, en una cadena de tragedias concentrada principalmente en la montañosa provincia de Khyber Pakhtunkhwa. Equipos de rescate recuperaron decenas de cuerpos durante la noche tras el derrumbe de viviendas por deslizamientos e inundaciones repentinas.
El distrito de Buner figura entre las zonas más afectadas, donde las precipitaciones torrenciales arrastraron viviendas y arrasaron comunidades enteras; según las autoridades, los equipos de emergencia continúan la búsqueda de supervivientes en áreas aisladas por el barro y los escombros. En varias localidades se han registrado escenas de destrucción masiva que complican el acceso de auxilio y la recuperación de víctimas.
Este nuevo saldo eleva a más de 540 el número de fallecidos relacionado con el monzón desde finales de junio, según el recuento oficial nacional, lo que convierte a la temporada en una de las más devastadoras en años recientes. Autoridades y organismos humanitarios han alertado sobre el aumento de incidentes vinculados a lluvias anómalas y a la intensificación de los riesgos hidrometeorológicos.
Los equipos de rescate han informado de la recuperación de decenas de cuerpos —por ejemplo, se mencionaron 63 cadáveres sacados durante una noche de entre los escombros—, mientras helicópteros y brigadas de tierra intentan llegar a poblaciones incomunicadas. En algunas zonas las operaciones se han visto complicadas por derrumbes posteriores y por el mal tiempo que impide maniobras aéreas seguras.
Las autoridades meteorológicas y de emergencias advirtieron que las lluvias podrían intensificarse en los próximos días y semanas: el monzón, que aporta la mayor parte de las precipitaciones anuales en la región entre junio y septiembre, todavía permanece activo y podría seguir generando crecidas, deslizamientos e inundaciones repentinas hasta mediados de septiembre. Gobierno y organizaciones humanitarias han movilizado ayuda básica, albergues y atención médica para los desplazados.
Expertos y responsables del desastre han señalado que esta temporada monzónica fue anticipada como inusual por su inicio temprano y por lluvias superiores a lo normal en varias provincias —en julio, por ejemplo, Punjab registró precipitaciones muy por encima de la media anual—, un patrón que analistas climatológicos vinculan con la variabilidad extrema del clima. Ello plantea retos de largo plazo para la gestión del riesgo y la infraestructura en las zonas montañosas y de llanura.
Mientras continúan las labores de búsqueda y asistencia, las prioridades inmediatas son asegurar el acceso a agua potable, alimentos y refugio, restablecer rutas esenciales y coordinar la llegada de recursos adicionales para la reconstrucción. Las autoridades han solicitado mantener la precaución ante alertas meteorológicas y han llamado a la población a evitar viajar a áreas de riesgo hasta que mejoren las condiciones.



