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Negociaciones entre Estados Unidos y China

China suministrará imanes y tierras raras, mientras EE.UU fija un gravamen del 55 % a productos chinos y garantiza cupos para estudiantes asiáticos.

11 de junio de 2025

Estados Unidos/China

Redacción

En un giro que retoma la diplomacia comercial de mandatos anteriores, Estados Unidos y China llegaron a un acuerdo marco para el intercambio de minerales raros y el mantenimiento de aranceles en 55% sobre bienes manufacturados en el gigante asiático. El presidente Donald Trump informó que Pekín enviará imanes de neodimio y otros insumos críticos, vitales para sectores como la automoción y la defensa, mientras Washington conservará su gravamen, pactado sobre un volumen acordado de importaciones.


La negociación, liderada por el secretario de Comercio de EE. UU., Howard Lutnick, se desarrolló en Londres durante dos días y amplía un convenio inicial de 2019. Aunque Trump no participó directamente, su aval será imprescindible para formalizar el tratado, cuyo objetivo es estabilizar las cadenas de suministro de litio, berilio, magnesio y titanio, sin exceder los límites basados en promedios históricos.


Horas antes del anuncio, la ONG holandesa Global Rights Compliance difundió un informe que vincula a varias marcas globales —incluyendo Avon, Walmart y Coca-Cola— con minerales extraídos en Xinjiang, donde se sospecha del uso de trabajo forzado de la minoría uigur. Según el documento, al menos 77 proveedores de esta región participan en “programas de transferencia laboral” señalados por organizaciones de derechos humanos.


El Ministerio de Exteriores chino rechazó categóricamente las acusaciones de coerción, tildándolas de “mentiras inventadas por fuerzas anti-China” y denunciando interferencias en sus asuntos internos. No obstante, el pacto comercial llega en pleno debate sobre la procedencia ética de las materias primas.


La oferta estadounidense incluye, a cambio, facilidades para que estudiantes chinos ingresen a universidades y colegios de EE. UU., una medida que busca equilibrar intereses educativos y económicos antes de la cumbre del G-7. Asimismo, se enmarca dentro de una estrategia más amplia de Washington, que en 2021 promulgó restricciones a las importaciones de Xinjiang por presunta violación a los derechos humanos.


Con este entendimiento, ambas potencias aspiran a reducir la volatilidad en los precios de los metales críticos y garantizar suministro seguro a la industria tecnológica y del transporte, al tiempo que se mantienen en pie las disputas sobre aranceles y seguridad nacional.

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