Delegaciones vinculadas a Israel, Hamas y a Estados Unidos se congregaron en la ciudad turística de Sharm el-Sheikh, en Egipto, para negociar los detalles de la propuesta del presidente Donald Trump destinada a alcanzar una tregua y facilitar la liberación de rehenes en la Franja de Gaza. La cita se desarrolla con mediación egipcia y participación de otros actores regionales, y busca acordar condiciones que permitan un primer intercambio y la reducción inmediata de la violencia.

El gobierno de Estados Unidos ha pedido celeridad a las partes. El propio Trump instó a los negociadores a “moverse rápido” y expresó optimismo sobre un avance inmediato en la primera fase del plan; según reportes oficiales, su equipo de mediadores incluye a enviados como Jared Kushner y Steve Witkoff. Las jornadas de trabajo de los equipos técnicos en El Cairo y Sharm el-Sheikh apuntan a concretar los mecanismos para una liberación escalonada de rehenes a corto plazo.

El eje central de la propuesta estadounidense consiste en intercambios de prisioneros por rehenes y medidas progresivas de desconflagración: la primera fase prevé la liberación de decenas de rehenes retenidos en Gaza a cambio de la entrega de un número mayor de presos palestinos en cárceles israelíes. Entre los principales puntos de fricción están las exigencias israelíes sobre el desarme de Hamas y su salida del gobierno de Gaza, así como la posible retirada parcial de fuerzas israelíes del territorio, cuestiones que las partes aún discuten.

Fuentes de medios y declaraciones de los equipos mediadores indican que las conversaciones buscan fijar plazos y condiciones para una tregua temporal que permita intercambios humanitarios y la entrada de ayuda y reconstrucción. Hamas ha mostrado una aceptación parcial de ciertos componentes del plan, pero mantiene reservas sobre limitaciones a su papel político; los mediadores egipcios y cataríes trabajan para cerrar los llamados “detalles previos” que posibiliten el intercambio inicial.

Mientras se desarrollan las negociaciones, las hostilidades no han cesado por completo en Gaza: informes de prensa y agencias muestran explosiones y bombardeos en distintas zonas del territorio, con víctimas civiles reportadas en jornadas recientes. El contexto operativo y humanitario —incluidas las dificultades logísticas y la situación de los rehenes— complica la implementación rápida de cualquier acuerdo y subraya la urgencia humanitaria que buscan mitigar los mediadores.

Los interlocutores en Sharm el-Sheikh deberán definir además aspectos prácticos como las garantías de seguridad para las liberaciones, la verificación de la condición de los liberados y la coordinación para el desplazamiento seguro de personas y asistencia humanitaria. Organismos como el Comité Internacional de la Cruz Roja han manifestado su disposición a participar en la coordinación de intercambios humanitarios y del reencuentro de rehenes y familiares cuando proceda.

El desarrollo de estas negociaciones tendrá impacto inmediato en la dinámica del conflicto si se logra acordar una tregua efectiva y un calendario de intercambios; sin embargo, analistas y participantes advierten que las cuestiones políticas de fondo —gobernanza de Gaza, desarme y responsabilidades posteriores— requerirán etapas adicionales de negociación para consolidar una solución más duradera. En todo caso, la comunidad internacional y las partes involucradas han subrayado la necesidad de actuar con rapidez por la urgencia humanitaria.