Rubby Pérez: adiós trágico de "La voz más alta del merengue" en el colapso del Jet Set
El ícono dominicano murió en pleno escenario; su legado musical y resiliencia siguen vibrando en Latinoamérica.

9 de abril de 2025
Santo Domingo
Manuel Jasso
La música latina está de luto. Rubby Pérez, el cantante conocido como “la voz más alta del merengue”, falleció este martes durante un concierto en el club Jet Set de Santo Domingo, República Dominicana, luego de que el techo del local colapsara, dejando centenares de víctimas. El artista, de 67 años, se desplomó en pleno escenario mientras interpretaba sus éxitos ante un público que coreaba sus canciones. El gobierno dominicano declaró tres días de duelo nacional, mientras figuras como Wilfrido Vargas y Ricardo Montaner lamentan la pérdida de un símbolo cultural.
Nacido en Haina en 1956 como Roberto Antonio Pérez Herrera, Rubby Pérez encontró en la música un refugio tras un accidente automovilístico que truncó su sueño de ser beisbolista. A los 15 años, un atropello le fracturó la pierna izquierda, sumiéndolo en una depresión. “Pensé que ya no tenía razón de existir”, confesó años después. Sin embargo, tras dos años de terapia, abrazó el micrófono como su nueva herramienta de vida: “Dios quiso que en vez de un bate, tuviera un micrófono para transmitir alegría”, declaró.
Su carrera despegó en los 80 al unirse a las orquestas de Fernando Villalona y, posteriormente, a la de Wilfrido Vargas, donde popularizó clásicos como “Volveré” y “El Africano”. En 1987, su salto como solista lo consolidó con éxitos como “Enamorado de ella” y “Sobreviré”, que lo posicionaron en las listas de Billboard. Su disco homónimo alcanzó el puesto 15 en la lista Tropical, mientras que en Venezuela obtuvo disco de oro y platino con “Buscando tus besos”.
Más allá de la música, Rubby Pérez destacó por su labor social, especialmente tras el terremoto de Haití en 2010, donde apoyó a víctimas. En lo personal, su cercanía con sus hijos, incluida Zulinka Pérez —quien lo acompañaba en el escenario del Jet Set y sobrevivió al derrumbe—, reflejaba su faceta más humana. “Ver a niños bailando mi música es mi mayor legado”, escribió en marzo, compartiendo un video de menores disfrutando sus merengues.
El accidente en el Jet Set, ocurrido durante los tradicionales “lunes de merengue”, conmocionó a la industria. Wilfrido Vargas, su mentor, lo despidió en Instagram: “Estoy destrozado… El mejor cantante del género. Su voz aguda era insuperable”. Fernando Villalona y Ricardo Montaner también expresaron su dolor, recordando su voz única y su contribución al merengue.
Rubby Pérez deja un vacío en la música tropical, pero su legado perdura en canciones que son himnos de resiliencia y alegría. Como él mismo dijo: “El merengue es el latido de nuestro pueblo”. Hoy, ese latido sigue sonando, aunque su voz se haya apagado en medio de la tragedia.