El Kremlin y la Casa Blanca salen de Moscú sin acuerdo sobre Ucrania

La sexta reunión entre el presidente ruso Vladímir Putin y el emisario de la Casa Blanca, Steve Witkoff, volvió a evidenciar lo complejo del camino hacia un alto el fuego en Ucrania. Pese a cinco horas de conversaciones en Moscú, el Kremlin y Estados Unidos no lograron cerrar un acuerdo sobre el plan de paz impulsado por Donald Trump, lo que aleja, por ahora, la posibilidad de una salida rápida al conflicto.

De acuerdo con Yuri Ushakov, principal asesor de política exterior de Putin, Moscú ve con buenos ojos algunos de los puntos que plantea Washington, pero considera inaceptables otros elementos centrales del paquete. Varias de las propuestas estadounidenses, dijo, “pueden seguir analizándose”, mientras que otras son rechazadas de manera frontal por la parte rusa.

Durante el encuentro se revisó el plan original presentado por Trump, ya modificado en las últimas dos semanas tras consultas con Kiev y gobiernos europeos, así como cuatro documentos adicionales que Witkoff entregó al equipo ruso.

Puntos críticos: OTAN, seguridad, Donbás y reparaciones

Entre los asuntos que siguen trabando el diálogo figuran:

• La posible renuncia de Ucrania a integrarse a la OTAN.

• El alcance y las garantías concretas de un sistema de seguridad tras el conflicto.

• El repliegue de fuerzas en la región del Donbás.

• Las eventuales reparaciones de guerra que debería asumir Moscú en un escenario de posguerra.

  
  

Estos temas han resultado imposibles de conciliar hasta ahora entre las partes en conflicto y los mediadores, y volvieron a mostrar su peso en la mesa de Moscú.

Territorios ocupados: el gran nudo del conflicto

Uno de los puntos más sensibles sigue siendo el futuro de los territorios ucranianos ocupados por Rusia, que hoy representan cerca del 19 % del país.

Ushakov reconoció que en este asunto “no se ha alcanzado compromiso alguno”, aunque señaló que ciertos planteamientos de la parte estadounidense podrían seguir discutiéndose. Para el Kremlin, el problema territorial es inseparable de cualquier fórmula de solución, y fue uno de los ejes centrales de la conversación.

La reunión se llevó a cabo tras varios días de intensa actividad diplomática para intentar encauzar el conflicto más devastador que ha vivido Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Pese a la falta de acuerdos decisivos, Moscú insiste en que el diálogo no ha sido un paso atrás.

“No estamos más lejos que antes”, pero la paz sigue distante

El asesor del Kremlin subrayó que, aunque no se cerraron acuerdos sustantivos, las posturas de Moscú y Washington “no se han alejado” respecto a rondas anteriores.

Describió el encuentro como “útil, constructivo y sustancial”, destacando su duración de cinco horas como señal de que ambas partes se tomaron el proceso en serio. Sin embargo, admitió que aún queda “mucho trabajo por hacer, tanto en Washington como en Moscú”, antes de poder hablar de un arreglo real.

Ushakov indicó que Putin fue especialmente crítico con varias partes del plan estadounidense para Ucrania, al tiempo que expresó su respaldo a la mayoría de las propuestas, siempre condicionadas a que se atiendan las preocupaciones rusas. El mandatario también cuestionó la postura “destructiva” que, a juicio del Kremlin, mantienen algunos países europeos en el proceso.

Futuro incierto para una posible cumbre Putin–Trump

Respecto a una eventual reunión entre Vladímir Putin y Donald Trump, después de la cancelación de la cumbre prevista en Budapest, Ushakov fue cauto: un posible encuentro, dijo, dependerá directamente de los avances que se consigan en las negociaciones sobre el plan de paz para Ucrania.

Por ahora, la sensación que deja la cita en Moscú es ambivalente: si bien hay coincidencias parciales y algunos elementos del plan estadounidense han sido considerados “discutibles” por Rusia, los desacuerdos sobre territorios, seguridad y compensaciones de guerra mantienen a la paz como un horizonte aún lejano.