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Tiroteo en una iglesia de Minneapolis deja 2 niños muertos y 17 heridos; autoridades investigan motivaciones

El agresor abrió fuego contra alumnos durante la misa de inicio de curso en la iglesia Anunciación; el sospechoso murió por suicidio y la investigación federal lo trata como posible acto de terrorismo doméstico y delito de odio.

28 de agosto de 2025

Minneapolis, Estados Unidos

Redacción

Un hombre de 23 años abrió fuego desde el exterior contra la iglesia Anunciación, ligada a una escuela católica de Mineápolis, durante una misa que marcaba la primera semana de clases. El ataque dejó dos niños muertos —de 8 y 10 años— y 17 personas lesionadas, entre ellas 14 menores y tres feligreses de edad avanzada, según el reporte oficial de la policía.


La policía identificó al agresor como Robin Westman, de 23 años, quien murió por un disparo autoinfligido en el exterior del recinto. Testigos y autoridades describieron que el atacante disparó “docenas” de veces a través de las ventanas de la iglesia y que trató de bloquear algunas salidas. Personal de emergencia ingresó al edificio para auxiliar a las víctimas y trasladarlas a hospitales cercanos.


Las fuerzas del orden han informado que el sospechoso portaba y usó varias armas —un rifle, una escopeta y una pistola— que, según las primeras pesquisas, fueron adquiridas legalmente. Investigadores recuperaron además otros artefactos y han ejecutado cateos en inmuebles vinculados al atacante mientras buscan establecer el móvil del hecho.


En redes y material en línea, las autoridades hallaron videos y escritos atribuidos a Westman que estaban programados para publicarse en plataformas como YouTube. Esos contenidos, retirados con la colaboración de las plataformas, incluyen grabaciones que muestran armas con consignas ofensivas y referencias a otros tiradores, por lo que los investigadores analizan ese material para reconstruir motivaciones y posibles vínculos ideológicos.


El jefe de policía de Mineápolis, Brian O’Hara, calificó el ataque como “deliberado” y dijo que la crueldad de disparar contra niños y personas en un lugar de culto es “absolutamente incomprensible”. Por su parte, el alcalde Jacob Frey instó a no usar el hecho para estigmatizar a la comunidad transgénero tras la identificación del sospechoso; las autoridades advirtieron contra la politización y el odio en el marco del suceso.


El FBI y otras agencias federales se incorporaron a la investigación; las autoridades federales han señalado que el episodio se examina como posible terrorismo doméstico y delito de odio contra católicos, en tanto se desentrañan los elementos del caso. Los investigadores han recolectado pruebas en escenas y revisan el material que el agresor dejó en línea y en su entorno personal.


La comunidad escolar y parroquial de Anunciación —una institución con décadas de actividad en el barrio— quedó conmocionada. Autoridades locales convocaron apoyos psicológicos y celebraron vigilias; gobernantes estatales y líderes religiosos condenaron el acto y exigieron medidas para prevenir nuevos hechos de violencia con armas de fuego.


Este episodio se suma a la persistente ola de ataques con armas en espacios escolares y religiosos en Estados Unidos, y reaviva los debates sobre control de armas, salud mental, seguridad en escuelas y el papel de la radicalización en línea. Las pesquisas continúan y las autoridades advirtieron que, por el momento, no han concluido sobre un motivo definitivo.

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