La tranquila rutina matutina de Domingo, un pensionista de 68 años de Torre Pacheco, acabó en un brutal episodio de violencia el miércoles pasado alrededor de las 6:00 a. m., en las inmediaciones del cementerio local. Un grupo de jóvenes, motivado aparentemente por un reto viral en redes sociales, lo agredió salvajemente —sin intentar robarle ningún objeto— mientras uno de ellos grababa la escena para obtener “likes” y visualizaciones.

Aunque circuló un vídeo de la agresión, la familia de Domingo aclaró que no corresponde a este incidente, lo que sugiere la posibilidad de más ataques similares en la zona. La Guardia Civil y la Policía Local investigan ahora el suceso para identificar a los responsables, mientras que el alcalde, Pedro Ángel Roca, ha anunciado la instalación de cámaras de vigilancia y un aumento de patrullas para disuadir nuevos actos de violencia.

La noticia del asalto pronto fue capitalizada por colectivos ultras y partidos de extrema derecha, que difundieron mensajes de odio contra jóvenes “del Magreb”, presuntos agresores según el testimonio de la víctima. Grupos como “Deport Them Now” convocaron abiertamente “una cacería” de migrantes en días posteriores, alentando patrullas ciudadanas con la promesa de impartir “justicia directa”.

El viernes, una manifestación en la Plaza del Ayuntamiento bajo el lema “Torre Pacheco, libre de violencia” derivó en enfrentamientos: gritos de “¡arriba Franco!”, “¡a vuestro país!” y agresiones físicas entre vecinos, algunos llegados de fuera del municipio para reventar la protesta. Mientras Vox organizaba una concentración “en repulsa al terror sembrado por bandas de magrebíes”, Podemos exigía a la delegada del Gobierno, Mariola Guevara Cava, medidas preventivas para prohibir asambleas violentas. Guevara Cava advirtió contra el discurso de odio y atribuyó los disturbios a “organizaciones antisistema que se basan en datos sin contrastar”.

Durante la “segunda noche de cacería”, cinco personas resultaron heridas y hubo un detenido. Un despliegue de 75 agentes de la Guardia Civil —incluyendo GRS y USESIC— logró contener los altercados antes de que escalaran. Las fuerzas de seguridad analizan grabaciones de cámaras de seguridad y teléfonos móviles para imputar posibles delitos de odio. De acuerdo con el Ministerio del Interior, Torre Pacheco es la prioridad número uno en la Región de Murcia.