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Trump ordena cierre del departamento de educación

Orden ejecutiva busca devolver autoridad a los estados; críticos advierten riesgos para programas de apoyo a estudiantes vulnerables.

20 de marzo de 2025

Estados Unidos

Manuel Jasso

El presidente estadounidense Donald Trump anunció este jueves una orden ejecutiva para cerrar el Departamento de Educación, cumpliendo una promesa de campaña que busca eliminar una agencia que calificó de “derrochadora” y “ideologizada”. Sin embargo, expertos señalan que desmantelar por completo este organismo —creado en 1979— requeriría aprobación del Congreso, un escenario improbable en el corto plazo. La medida, dirigida por la secretaria Linda McMahon, prioriza transferir competencias educativas a los estados, aunque organizaciones como la Unión Nacional de Padres alertan que esto agravaría las desigualdades en un sistema que ya enfrenta brechas históricas.


El Departamento de Educación gestiona programas clave como becas Pell para universitarios de bajos ingresos, fondos del Título I para escuelas vulnerables y préstamos estudiantiles por 1.6 billones de dólares. También supervisa derechos civiles y apoya iniciativas como comidas escolares y ayuda a estudiantes sin hogar. Pese a su relevancia, el gobierno de Trump ha reducido su presupuesto, despidiendo personal y recortando instituciones como la Oficina de Derechos Civiles. McMahon prometió mantener servicios esenciales, pero críticos denuncian que el plan carece de claridad sobre cómo se garantizará la continuidad de estos apoyos.


La iniciativa refleja una demanda histórica de republicanos, quienes argumentan que el gobierno federal no debe interferir en decisiones educativas locales. Trump ha tachado al departamento de “semillero de radicales” y promueve un modelo donde los estados y familias tengan mayor control. No obstante, su administración ha usado la agencia para impulsar agendas controvertidas, como restringir la participación de atletas transgénero o limitar programas de diversidad. Esta contradicción ha generado escepticismo incluso entre aliados, como lo demostró el rechazo de 60 republicanos a una enmienda similar en 2023.


Mientras el debate se intensifica, el cierre del departamento podría impactar a millones. Aunque solo el 14% del financiamiento escolar proviene de Washington, estos fondos son vitales para poblaciones en desventaja. Universidades también dependen de becas federales y subsidios para investigación. Para Trump, la medida simboliza un triunfo contra el “gigantismo gubernamental”, pero educadores y activistas insisten en que, sin un plan robusto, el vacío afectará a quienes más necesitan protección. La batalla, advierten, apenas comienza.

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