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Variante XFG “Stratus”: qué se sabe de la cepa de COVID-19 que crece con rapidez en Estados Unidos

Identificada como un recombinante de ómicron, XFG —apodada “Stratus”— ha mostrado un crecimiento acelerado y ahora domina gran parte de las secuencias y las muestras en aguas residuales; autoridades recomiendan vigilancia, pruebas y vacunación.

19 de septiembre de 2025

Estados Unidos

Redacción

La variante XFG, conocida informalmente como “Stratus”, es una versión emergente del SARS-CoV-2 que ha llamado la atención por su expansión rápida en distintos países y por su capacidad de crecer frente a otras subvariantes de ómicron. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la designó como “variante en seguimiento” y publicó una evaluación inicial en la que describe a XFG como un recombinante de las sublíneas LF.7 y LP.8.1.2; la OMS también señala que, con la evidencia disponible hasta ahora, las vacunas aprobadas deberían seguir protegiendo frente a enfermedad sintomática y grave.


Origen genético y por qué preocupa

XFG surge por recombinación genética —es decir, por la mezcla de material genético de dos subvariantes— y presenta varias mutaciones en la proteína “spike” que pueden darle alguna ventaja para transmitirse o para reducir ligeramente la neutralización por anticuerpos. Aun así, la OMS indica que no hay evidencia actual de que cause enfermedad más grave que otras variantes circulantes; su evaluación de riesgo global la considera de riesgo bajo con base en los datos disponibles. Los análisis laboratoriales preliminares muestran una modestísima reducción en la neutralización con respecto a algunas subvariantes previas, pero las conclusiones son todavía provisionales.


Qué está ocurriendo en Estados Unidos

Los monitoreos genómicos y de aguas residuales en EE. UU. registraron un crecimiento rápido de XFG durante el verano de 2025. Datos y estimaciones oficiales y de seguimiento señalan que la presencia de XFG aumentó de manera sostenida en cuestión de semanas y que, hacia fines de agosto, llegaba a representar una porción mayoritaria de los casos en meses recientes según estimaciones citadas por las autoridades y la prensa; además, los muestreos de aguas residuales mostraron que la variante aparecía como predominante en gran parte de las muestras analizadas. Las autoridades sanitarias mantienen actualizados los portales de vigilancia y las series de muestras de aguas residuales.


Síntomas y gravedad clínica

Los síntomas atribuidos a XFG son en lo esencial los mismos que han caracterizado a las olas recientes de ómicron: dolor de garganta, tos, congestión, fiebre, fatiga, dolor de cabeza y molestias gastrointestinales en algunos casos. Varios reportes también han destacado con frecuencia relativa la presencia de ronquera o voz áspera entre personas infectadas con Stratus, aunque esa manifestación no es exclusiva ni específica de esta variante y no permite diagnosticarla sin prueba. En cuanto a gravedad, la evidencia disponible no muestra un aumento claro en la severidad o en la mortalidad asociada a XFG.


Pruebas, tratamiento y protección

No es posible distinguir la variante por síntomas: ante signos compatibles con COVID-19 se recomienda realizar pruebas diagnósticas. Si la prueba es positiva, existen antivirales (por ejemplo, nirmatrelvir/ritonavir —Paxlovid—) que resultan más efectivos cuando se administran temprano en personas con riesgo de progresión a enfermedad grave; las autoridades sanitarias establecen prioridades por edad, comorbilidades y estado inmune. Además, la OMS y los centros nacionales mantienen que las vacunas actuales continúan siendo la herramienta principal para reducir hospitalizaciones y muertes, aunque la efectividad frente a la infección sintomática puede verse algo disminuida por las mutaciones de nuevas subvariantes.


Qué recomiendan las autoridades y qué esperar

Organismos internacionales y nacionales insisten en el monitoreo genómico (secuenciación), en la vigilancia mediante aguas residuales y en la vacunación —incluido el uso de formulaciones recomendadas por los comités técnicos cuando correspondan— como pilares para controlar la propagación y mitigar el impacto en el sistema de salud. Dado que los virus respiratorios evolucionan continuamente, los expertos llaman a mantener medidas de precaución sencillas: probarse ante síntomas, quedarse en casa si hay infección confirmada, usar antivirales según indicación médica y priorizar la vacunación de grupos en riesgo. La OMS seguirá reevaluando a XFG conforme aumente la información.

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