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¿Te has preguntado cómo funciona tu tag sin pila? Aquí te lo explicamos

En sus inicios, los tags vehiculares operaban con pequeñas baterías que les permitían emitir señales de identificación a los lectores instalados en las plazas de cobro. Aunque funcionales, estos dispositivos presentaban varios desafíos

CDMX

23 de abril de 2025

Redacción

En las últimas décadas, la tecnología de identificación vehicular ha experimentado una evolución silenciosa pero trascendental. Los dispositivos conocidos como tags, esenciales para el pago electrónico en autopistas y peajes, han pasado de depender de baterías internas a incorporar sistemas pasivos de identificación por radiofrecuencia (RFID), marcando un hito en eficiencia, sostenibilidad y confiabilidad.


En sus inicios, los tags vehiculares operaban con pequeñas baterías que les permitían emitir señales de identificación a los lectores instalados en las plazas de cobro. Aunque funcionales, estos dispositivos presentaban varios desafíos. Por un lado, su mantenimiento resultaba incómodo: las baterías debían reemplazarse con el tiempo, y existía el riesgo de que el tag dejara de funcionar sin previo aviso, afectando directamente la experiencia del usuario.


Con el avance de la tecnología, esta limitación fue superada gracias al desarrollo de los sistemas RFID pasivos. A diferencia de sus predecesores, estos nuevos dispositivos no requieren una fuente de alimentación interna, ya que obtienen la energía necesaria a partir de la señal emitida por los lectores. Esta innovación transformó por completo el diseño y funcionamiento de los tags, permitiendo crear dispositivos más duraderos, seguros y fáciles de mantener.


Los beneficios de esta transición son múltiples. En primer lugar, la vida útil de los tags se incrementó notablemente al eliminar el desgaste asociado a las baterías. Además, su fabricación se volvió más amigable con el medio ambiente, al prescindir de componentes químicos que requieren reciclaje especializado. También se redujeron los costos y preocupaciones de mantenimiento para los usuarios, quienes ya no deben reemplazar o recargar ningún componente. Finalmente, se mejoró la fiabilidad del sistema, al eliminar una de las principales causas de fallos: el agotamiento de la batería.


En México, esta evolución tecnológica también ha sido impulsada por empresas nacionales que apostaron desde etapas tempranas por el desarrollo e implementación de RFID pasivo. Un ejemplo de ello es Accesos Holográficos, firma mexicana que ha adoptado este tipo de soluciones en distintos sistemas de control vehicular.


La evolución de los tags sin batería no ha llegado a su límite. Con el auge del Internet de las Cosas (IoT), se vislumbra un futuro en el que estos dispositivos no solo servirán para el pago de peajes, sino que podrán integrarse con otros sistemas inteligentes: monitoreo de tráfico en tiempo real, gestión del consumo de combustible, control de emisiones y hasta sistemas predictivos para la movilidad urbana.


La transición de los tags con pilas a dispositivos pasivos RFID no es simplemente un cambio técnico; representa un paso firme hacia una movilidad más inteligente, sostenible y segura. Es un ejemplo de cómo la innovación tecnológica, impulsada por actores clave del sector, puede transformar de forma tangible la vida cotidiana de millones de personas.


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