La mesa de diálogo entre el gobierno federal y dirigentes de la Asociación Nacional de Transportistas (Antac) y del Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano (Fnrcm) terminó este martes sin acuerdos, dejando en pie los bloqueos carreteros que comenzaron el lunes y que, según los líderes de ambas organizaciones, se mantendrán “el tiempo que sea necesario”.

Las organizaciones acusaron una falta de disposición real al diálogo por parte de las autoridades y reclamaron incluso el cambio de interlocutores, así como la salida del secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué Sacristán.

Una mesa de diálogo trabada desde el inicio

La reunión inició alrededor de las 14:00 horas en la sede de la Secretaría de Gobernación, con la participación del secretario Julio Berdegué; el subsecretario de Gobernación, César Yáñez; así como representantes de las secretarías de Economía, Infraestructura, Comunicaciones y Transportes y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

De acuerdo con los testimonios de los dirigentes, durante el encuentro expusieron sus demandas y preocupaciones en torno a la crisis de movilidad, las condiciones del transporte y la situación del campo mexicano. Sin embargo, al momento de avanzar en los acuerdos, el diálogo se atoró.

Según relató Eraclio Rodríguez, líder del Fnrcm, las autoridades condicionaron la continuidad de la mesa a que primero se levantaran los bloqueos:

Se nos pidió desalojar las protestas en carreteras, puentes internacionales y aduanas para continuar con la reunión. Nosotros solicitamos que el gobierno definiera qué demandas estaba dispuesto a atender, pero no hubo ningún compromiso claro.

Ante la ausencia de respuestas concretas, los representantes de Antac y el Fnrcm decidieron no ceder en su principal herramienta de presión: mantener los cierres y bloqueos.

“No hay voluntad política para resolver la crisis”

Rodríguez subrayó que no se retirarán de los puntos estratégicos —puentes, carreteras y aduanas— hasta que haya certeza y compromisos verificables sobre la atención a sus demandas.

A su juicio, lo que se percibe es una falta de voluntad política del Estado mexicano para enfrentar la crisis de movilidady los problemas estructurales que afectan tanto al transporte de carga como al campo.

Las organizaciones señalaron que permanecerán “a la espera” de un nuevo llamado del gobierno federal, pero advirtieron que este sólo será útil si llega con una “perspectiva y voluntad diferente”, es decir, con propuestas concretas y disposición real a negociar.

Mientras tanto, los bloqueos carreteros continúan afectando tramos clave de circulación y logística, con impacto en el transporte de mercancías, el comercio y la vida cotidiana de miles de personas, en un conflicto que todavía no encuentra una salida negociada.