México y Estados Unidos llegaron a un acuerdo para saldar parte de los 1 600 millones de metros cúbicos que nuestro país adeuda bajo el Tratado de Aguas de 1944. Durante el periodo de mayo a octubre, se entregarán entre 400 y 518 Mm³ de agua extraída de la presa Internacional La Amistad, seis afluentes mexicanos del Río Bravo, el río San Juany la presa Luis L. León (El Granero), todo ello sin afectar el consumo humano y agrícola en territorio nacional.

La fórmula para determinar los volúmenes de agua se basó en análisis técnicos de la cuenca, que garantizan el abastecimiento de la población aun en escenarios de bajas precipitaciones. Además, el convenio refrenda que el Tratado de 1944 no es objeto de renegociación, y contempla entregas anuales evaluadas por la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) para ajustar futuras asignaciones según la disponibilidad en la región.

Este plan también servirá para mitigar el posible faltante al cierre del ciclo quinquenal (octubre 2020 – octubre 2025). Históricamente, México ha implementado esquemas similares: en el ciclo 27 (2002–2007) y en el ciclo 35 (2015–2020) se recurrió a trasvases y ajustes operativos en las presas internacionales La Amistad y Falcón, así como a la reasignación de afluentes nacionales.

En conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum explicó que se obtuvo el visto bueno de los gobiernos de Chihuahua, Tamaulipas y Coahuila, descartando el uso de la presa El Cuchillo por no ser internacional. La mandataria subrayó que las entregas “no pondrán en riesgo” el suministro interno y que responden tanto a las lluvias recientes como al mandato del Tratado.

Como siguientes pasos, se celebrarán reuniones anuales de seguimiento en la CILA para

supervisar la implementación de las medidas y el comportamiento hídrico de la cuenca. Con ello, se busca evitar el mayor déficit de agua registrado en un primer ciclo desde la entrada en vigor del convenio binacional.