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Perú rompe relaciones con México tras asilo a la ex primera ministra Betssy Chávez

Lima califica el asilo diplomático como “acto inamistoso”; la medida agrava una crisis bilateral que ya acumulaba tensiones desde 2022.

Mexico

4 de noviembre de 2025

Redacción

Perú anunció este lunes la ruptura de relaciones diplomáticas con México después de que la ex primera ministra Betssy Chávez se refugiara en la residencia de la embajada mexicana en Lima, donde según la cancillería peruana se le concedió asilo. La decisión fue comunicada por el ministro de Relaciones Exteriores, Hugo de Zela, quien calificó la acción de “acto inamistoso” y la enmarcó en lo que describió como reiteradas intervenciones mexicanas en asuntos internos peruanos.


El anuncio marcó un punto de quiebre en una relación bilateral tensionada desde la crisis política que siguió al intento de disolución del Congreso en diciembre de 2022. Las autoridades peruanas han señalado que la concesión de asilo a Chávez —procesada en Perú por presuntos delitos relacionados con aquel episodio— constituye una injerencia que no pueden tolerar, por lo que optaron por romper los lazos diplomáticos.


Los comunicados oficiales y los reportes periodísticos indican que, tras el anuncio, el gobierno peruano mantendrá relaciones consulares mínimas o precarias mientras dura la ruptura, y que la decisión se fundamenta en lo que Lima considera una política recurrente de México hacia ciertos actores políticos peruanos. Por su parte, fuentes informativas también recogen que la situación generó reacciones inmediatas en ambos países y atención internacional.


El caso de Betssy Chávez ha sido noticia recurrente desde que se la vinculó con las decisiones del gobierno del expresidente Pedro Castillo. Chávez enfrenta procesos judiciales en Perú por su presunta participación en hechos vinculados al intento de disolución del Congreso, y su ingreso a la residencia diplomática mexicana reavivó las fricciones que ya existían entre Lima y Ciudad de México. Diferentes medios señalan además que la ruptura se produce en un contexto de intercambio de señalamientos políticos entre los gobiernos y actores públicos de ambos países.


Desde la capital mexicana, fuentes oficiales y medios locales han reportado que la reacción del gobierno de México fue de rechazo frente a la decisión peruana, defendiendo sus actuaciones como enmarcadas en el derecho internacional y subrayando que la medida de Lima les parece desproporcionada. La situación diplomática sigue en desarrollo y ambos gobiernos podrían anunciar en las próximas horas pasos adicionales, como la retirada de personal diplomático o medidas recíprocas.


La ruptura entre Perú y México tendrá implicaciones prácticas y simbólicas: además de los efectos inmediatos sobre la presencia y operaciones diplomáticas, la decisión se inserta en una serie de tensiones regionales sobre asilo, soberanía y posturas frente a crisis políticas internas. Observadores internacionales y gobiernos vecinos seguirán de cerca la evolución del conflicto, así como sus posibles canales de mediación o reapertura del diálogo.

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