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Revolución nutricional en las escuelas de México

Conoce el manual de la SEP para erradicar la comida chatarra, intentando promover hábitos alimenticios saludables en niños y jóvenes.

México

3 de abril de 2025

Manuel Jasso

El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP), da un paso decisivo para transformar la alimentación en los centros educativos. Con la presentación de un nuevo manual, se prohíbe la venta de alimentos con altos niveles de grasas, azúcares y sodio, conocidos comúnmente como comida chatarra, para fomentar el consumo de productos frescos y nutritivos entre los estudiantes.


Esta iniciativa, impulsada en respuesta a los alarmantes índices de sobrepeso y obesidad infantil, busca mejorar la salud de los niños y adolescentes al facilitar el acceso a alimentos naturales y libres de ultra-procesados. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, un elevado porcentaje de la población escolar presenta problemas relacionados con la obesidad, lo que aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión.


El manual establecido por la SEP ofrece lineamientos claros para quienes preparan, distribuyen y venden alimentos en las escuelas. Entre las opciones permitidas se destacan productos que aportan nutrientes esenciales, como frutas y verduras frescas, cereales integrales, proteínas, lácteos naturales y bebidas sin azúcares añadidos. Por ejemplo, se recomienda ofrecer elote o esquites, palomitas sin aditivos, pasitas, alegrías, yogur natural, cacahuates con cáscara, habas enchiladas y platillos tradicionales como el tlacoyo de nopales, la torta de frijoles o la quesadilla de maíz enriquecida con verduras. Además, el manual incluye recetas saludables y un calendario de temporada para frutas y verduras, incentivando la diversidad y el aprovechamiento de los recursos locales.


Por otro lado, se prohíbe la venta de productos que no contribuyen a una dieta balanceada. La lista de alimentos prohibidos incluye frituras, donas, flanes, hamburguesas, hot dogs, bebidas gaseosas, papas fritas, pasteles, pizzas, chicharrones y golosinas, entre otros. Asimismo, se impide la comercialización de alimentos que porten sellos o advertencias en sus empaques, reforzando el compromiso de proteger la salud de los niños.


Esta medida, que impacta directamente en casi todas las escuelas del país, a pesar de que puede afectar la eocnomía de miles de comerciantes, refleja el esfuerzo del Gobierno y de la SEP por combatir la crisis de salud pública que supone la obesidad infantil. Pero, ¿será la prohibición el mejor camino? Al eliminar la comida chatarra del ambiente escolar y promover alimentos frescos y saludables, se aspira a crear un entorno más propicio para el desarrollo integral y el bienestar de las futuras generaciones.

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