Segunda marcha contra la gentrificación deja huella en el MUAC de CU
Un grupo del “bloque negro” dañó vidrios y pintó la fachada del Museo Universitario de Arte Contemporáneo durante la protesta por el acceso a vivienda pública.

Ciudad de México
21 de julio de 2025
Redacción
En esta segunda manifestación contra la gentrificación, decenas de activistas y colectivos se desplazaron desde las colonias Roma y Condesa hasta la alcaldía Tlalpan, donde se encuentra el megaproyecto habitacional Fuentes Brotantes 134. Como respuesta a las exigencias surgidas en la movilización del 4 de julio, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, dio a conocer catorce medidas para enfrentar la gentrificación: buscan regular los precios de la vivienda, detener los desalojos y garantizar el derecho de la población a permanecer en su entorno urbano.
Uno de los participantes de la marcha opinó sin titubear que “ninguna acción será suficiente mientras persista la desigualdad en la ciudad y el país”. Señaló que, aunque se construyan más viviendas, “los más adinerados seguirán comprando todas las propiedades que deseen y alquilándolas a tarifas abusivas; lo real sería poner límites a ese sector de clase alta”.
Varios asistentes también criticaron que las propuestas de Brugada dejan fuera a las comunidades originarias, algo que podría poner en riesgo las pocas zonas de valor patrimonial que aún conservan los pueblos indígenas en la capital.
Durante esta segunda manifestación contra la gentrificación, un sector encapuchado —autodenominado “bloque negro”— atacó las instalaciones del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) con piedras, palos y aerosoles de pintura. A pesar de que los organizadores instaron a respetar los inmuebles, los cristales de la entrada principal quedaron fracturados y con grafitis, como se aprecia en videos de testigos.
La protesta, que partió de la estación Fuentes Brotantes del Metrobus, también registró daños en varias paradas de la línea. Elementos de seguridad, equipados con escudos antidisturbios y extintores, encapsularon a los manifestantes al inicio del recorrido, buscando contener actos de violencia. Sin embargo, un grupo logró irrumpir en el museo y dejar su consigna: pintas en muros y cristales rotos.
Los inconformes exigen una ley de vivienda pública que frene desalojos frecuentes y regule el mercado de rentas, hoy elevadas por la llegada masiva de nómadas digitales. Señalan que muchas mensualidades rebasan el salario mínimo, volviendo inaccesible el acceso a un hogar digno para estudiantes y familias de bajo ingreso.
El debate sobre la gentrificación en zonas aledañas a Ciudad Universitaria y del sur de la capital sigue en aumento, con llamados urgentes a regular el mercado inmobiliario y proteger el patrimonio cultural.



