La mayor parte de España y la totalidad de Portugal quedaron a oscuras alrededor del mediodía del lunes tras un apagón masivo que interrumpió el funcionamiento del transporte público, los semáforos y las líneas telefónicas en ciudades como Madrid, Barcelona y Lisboa. El operador español Red Eléctrica y el gobierno nacional activaron de inmediato sus planes de contingencia mientras intentan esclarecer el origen del corte eléctrico, cuyo alcance también llegó a afectar ciertas zonas del sur de Francia.

Ante un suceso sin precedentes en la península Ibérica, las compañías de suministro desplazaron brigadas de emergencia y restablecieron centros de mando para evaluar daños y reactivar servicios cruciales. La portuguesa REN confirmó que sigue la pista de posibles fallas en la red, al tiempo que no descarta la hipótesis de un ciberataque, considerando el alcance y la simultaneidad del incidente.

El transporte se paralizó casi en su totalidad: trenes detenidos en estaciones, metro desalojado en la capital española y semáforos inoperantes que obligaron a la policía a dirigir manualmente el tráfico. Decenas de miles de empleados fueron enviados a sus hogares, mientras calles como el Paseo de la Castellana se llenaban de peatones corriendo rumbo a sus domicilios y ambulancias circulaban con escolta de agentes usando megáfonos. Cajeros automáticos y comercios quedaron sin energía, evidenciando la vulnerabilidad de la infraestructura urbana frente a un corte eléctrico de gran escala.

Para coordinar la respuesta, el presidente Pedro Sánchez convocó una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad Nacional. Sánchez visitó el centro de control de Red Eléctrica junto con las vicepresidentas María Jesús Montero y Sara Aagesen, así como los ministros Fernando Grande-Marlaska (Interior), Óscar Puente (Transportes), Óscar López (Transformación Digital) y Mónica García (Sanidad). El objetivo es dirigir la investigación y asegurar la rápida recuperación del suministro en toda la península.

Mientras las autoridades exploran causas técnicas y posibles ataques cibernéticos, el apagón masivo se suma a episodios europeos como el gran corte en Italia de 2003 o el incidente en Londres en 2019. Hoy, el desafío para España y Portugal es restaurar cuanto antes la normalidad y fortalecer la resistencia de sus redes eléctricas.