Las principales asociaciones del transporte aéreo han levantado la voz ante la posibilidad de sanciones de Estados Unidos contra México, por presuntas infracciones al Acuerdo de Transporte Aéreo de 2015 y prácticas que supuestamente limitan la competencia. La Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) advirtió que las medidas anunciadas podrían mermar la conectividad binacional, entorpecer el flujo comercial y afectar la competitividad del sector en ambos mercados. En su comunicado, Canaero, que agrupa a 40 miembros entre aerolíneas, empresas de carga y servicios auxiliares, resaltó la urgencia de “avanzar hacia soluciones conjuntas, fundamentadas en el diálogo y la cooperación”.

Por su parte, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) exhortó al gobierno de México y a su contraparte estadounidense a sentarse a negociar de manera directa para superar los puntos de discordia. Peter Cerdá, vicepresidente regional de IATA para América, destacó que el mercado aéreo México–EE.UU. “figura entre los mayores corredores mundiales y es un motor clave para ambas economías”. Cerdá subrayó además la importancia de adherirse a las pautas globales de gestión de franjas horarias aeroportuarias (WASG), un tema crítico en aeropuertos con alta demanda como el AICM, cuyas limitaciones de capacidad han sido reconocidas por IATA en años recientes.

Tanto Canaero como IATA valoraron las recientes iniciativas mexicanas para reforzar la seguridad y la eficiencia operativa, incluyendo mejoras en la infraestructura aeroportuaria de la Zona Metropolitana. No obstante, insistieron en que cerrar filas mediante un diálogo técnico y político resultará esencial para garantizar la estabilidad del sector y proteger la inversión.

Más allá de la infraestructura, la aviación desempeña un papel económico significativo: aporta 88,300 millones de dólares al PIB de México (4.8 %) y respalda 1.8 millones de empleos, de los cuales 202,600 corresponden a trabajadores directos que generan 33,300 millones de dólares (1.9 % del PIB total). Frente a estas cifras, los organismos reiteran que cualquier alteración en las reglas de juego podría tener un efecto dominó en la cadena de valor de la aviación y el turismo.