La presidenta Claudia Sheinbaum celebró ayer el avance en las negociaciones con Estados Unidos que garantiza la exención de aranceles a las autopartes mexicanas dentro del Tratado México‑Estados Unidos‑Canadá (T-MEC). Este logro refrenda la relevancia del sector automotriz nacional, que exporta anualmente 70 mil millones de dólares en autopartes mexicanas al mercado estadounidense, y refuerza la posición de México como pilar de la cadena productiva norteamericana.

El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, aplaudió el acuerdo, pero advirtió prudencia: “No echamos las campanas al vuelo”, afirmó, al tiempo que reconoció el esfuerzo de las intensas negociaciones que se desarrollaron en Washington. Ebrard explicó que las autopartes forman la integración más compleja de las cadenas de suministro en América del Norte, y que gravar estas exportaciones con aranceles habría repercutido en el precio final de los automóviles en Estados Unidos, afectando a Ford, General Motors y Stellantis.

La exención arancelaria no solo protege miles de empleos en México, sino que también fortalece la economía mexicana y consolida una relación comercial bilateral sustentable. Gracias a esta medida, la competitividad de las autopartes mexicanas se mantendrá, garantizando la estabilidad de cientos de proveedores nacionales y de la industria automotriz en su conjunto.

En el marco de este éxito, Sheinbaum destacó que México ha dejado atrás el enfoque neoliberal basado en mano de obra barata, para ofrecer ahora mano de obra calificada. El fortalecimiento de la formación de ingenieros y técnicos en el país ha sido clave para atraer inversiones más sofisticadas y de mayor valor agregado.

Durante la conferencia presidencial, ejecutivos de Unilever anunciaron una inversión de 30 mil millones de pesos en México entre 2025 y 2027. Este capital se destinará a concluir una nueva planta en Nuevo León, donde se crearán 1 200 empleos directos. Marcelo Ebrard subrayó que decisiones como la de Unilever, en un contexto de incertidumbre económica global, demuestran la confianza en el futuro de México y el éxito del Plan México para el desarrollo sostenible.

Con la exención de aranceles a las autopartes mexicanas y el respaldo de inversiones de alto impacto, Sheinbaum y Ebrard consolidan una estrategia que impulsa la industria automotriz, protege empleos y refuerza la economía mexicana.