El Ejecutivo de Benjamin Netanyahu anunció que el cese al fuego preliminar pactado entre Israel y Hamás, firmado en Egipto con discreción, se hará efectivo “dentro de 24 horas” a partir de la ratificación que se espera en la reunión del Gabinete programada para esta mañana. Según lo informado por la oficina del primer ministro, una vez transcurrido ese lapso las Fuerzas de Defensa de Israel se replegarán hasta una línea de armisticio y cesarán los ataques aéreos.

Como parte del acuerdo, Hamás dispondría de un plazo de tres días para entregar a los rehenes que ha prometido liberar. Las estimaciones citadas en el anuncio indican que alrededor de 48 personas permanecen en poder del grupo, aunque solo 20 se considerarían con vida. En paralelo, Israel se comprometió a la liberación de aproximadamente 1,700 personas palestinas detenidas en prisiones israelíes, en su mayoría residentes de Gaza, incluidos arrestos vinculados a protestas y publicaciones en redes sociales.

El pacto —que fuentes describen como una primera fase del plan de paz impulsado por actores internacionales y con mediación de Catar, Arabia Saudita y Egipto— fue recibido con grandes celebraciones en distintos puntos de Israel y Palestina. Las Naciones Unidas celebraron el avance y señaló que el cese al fuego podría acelerar la llegada de ayuda humanitaria imprescindible a la Franja. Como parte del acuerdo humanitario, se acordó el ingreso de hasta 400 convoyes diarios de ayuda hacia Gaza, según informaron autoridades palestinas.

Las autoridades en Gaza reportan cifras de víctimas que han marcado la dimensión de la emergencia: aproximadamente 68,000 personas han perdido la vida en el curso del conflicto, casi en su totalidad palestinas, según registros sanitarios del enclave. Adicionalmente, la ONU informó que cerca de 400 personas han fallecido por falta de alimentos atribuible al bloqueo de ayuda al territorio, y declaró una situación de hambruna en agosto, una condición que las agencias humanitarias atribuyen en buena medida a las restricciones sobre el acceso de organizaciones de socorro.

Pese a la toma de estos pasos, responsables estadounidenses y otros mediadores advirtieron que el alto al fuego es apenas un primer paso hacia una solución duradera. “Queda trabajo por hacer”, dijo Marco Rubio, en referencia a las condiciones que algunas potencias consideran necesarias para mantener la paz. Una de las principales exigencias de Israel para la continuidad del cese es la formación de una autoridad de gobierno en Gaza en la que Hamás no tenga un rol —un objetivo que, según varios actores implicados, no puede resolverse en plazos muy cortos—.

El anuncio ocurre justo al cumplirse dos años del estallido del conflicto que comenzó tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023. La implementación efectiva del cese al fuego, la verificación de la liberación de rehenes y la apertura sostenida de corredores humanitarios serán determinantes para medir si este acuerdo preliminar puede evolucionar hacia una desescalada prolongada o si, como han señalado algunos observadores, representa solo una pausa temporal en un conflicto aún sin resolución política.