top of page

Cuatro sistemas vitales de la Tierra al borde del colapso

Un estudio reciente revela que Groenlandia, la Antártida Occidental, la circulación atlántica y la Amazonía podrían alcanzar puntos de inflexión irreversibles si el calentamiento global y las emisiones no se frenan antes de 2030.

Groenlandia

2 de junio de 2025

Redacción

El cambio climático ya no es una amenaza distante: en 2024 se superó el límite simbólico de 1.5°C, y las consecuencias sobre los sistemas vitales de la Tierra se están volviendo cada vez más tangibles. Según un nuevo estudio que integra modelos matemáticos de los cuatro pilares climáticos más críticos —la capa de hielo de Groenlandia, la Antártida Occidental, la circulación atlántica y la Amazonía—, estos elementos se encuentran al borde del colapso.


De continuar el calentamiento y las actuales políticas de emisiones, el riesgo de activar múltiples puntos de inflexión podría dispararse en las próximas décadas.


Sistemas Clave en Riesgo

  1. Groenlandia:

    El deshielo de la capa de hielo de Groenlandia avanza a un ritmo que, según las simulaciones, ya roza un punto de no retorno. Si el calentamiento se mantiene por encima de 1,5 °C de forma sostenida, la masa de hielo comenzará a derretirse sin posibilidad de regenerarse, contribuyendo a un aumento acelerado del nivel del mar.

  2. Antártida Occidental:

    Similarmente, la plataforma de hielo de la Antártida Occidental muestra signos de inestabilidad estructural. Con temperaturas altas y un océano cada vez más cálido rodeándola, grandes bloques de hielo podrían desprenderse más allá de su capacidad de recuperación, impulsando un proceso de retroalimentación que intensificaría el derretimiento.

  3. Circulación Atlántica (AMOC):

    La circulación atlántica —encargada de distribuir calor desde los trópicos hacia latitudes más altas— se ha debilitado, alertan los científicos. Un debilitamiento importante podría alterar patrones de precipitaciones en Europa y América del Sur, provocando sequías extremas en algunas zonas y lluvias torrenciales en otras.

  4. Amazonía:

    La selva amazónica, considerada el mayor sumidero de carbono terrestre, sufre deforestación agravada por sequías más frecuentes. El estudio advierte que, de mantenerse el calentamiento, la región perderá su régimen de lluvias y se convertirá en un ecosistema de sabana, lo que liberaría enormes cantidades de carbono almacenado y reduciría drásticamente la capacidad de la Amazonía para regular el clima.


Efecto Dominó y Cascada de Puntos de No Retorno

Uno de los hallazgos más alarmantes es la interconexión entre estos sistemas vitales: un cambio en uno puede desencadenar reacciones en cadena que agraven el colapso de los demás. Este fenómeno de retroalimentación puede acelerar el paso de un punto de inflexión a otro, creando una cascada de crisis climáticas en cuestión de décadas.


  • Con temperaturas estables por encima de 1,5 °C hasta 2100, las probabilidades de activar al menos un colapso aumentan a 24 %.

  • Si el calentamiento global alcanzara los 3 °C antes de retroceder, el riesgo de ver uno o varios sistemas colapsar se dispara a 45 % para el año 2300.


Cada décima de grado adicional por encima de 1,5 °C incrementa de forma sustancial la posibilidad de alcanzar un punto de inflexión. Además, un overshoot (un sobrepaso temporal de la meta de 1,5 °C) podría ser suficiente para activar mecanismos irreversibles, incluso si posteriormente se reducen las emisiones.


Políticas Actuales y Perspectivas a futuro

Los escenarios que reflejan las políticas actuales de emisiones muestran un calentamiento cercano a 2,6 °C para finales de siglo. Esto sitúa a la humanidad ante un dilema crítico: si no se implementan medidas drásticas antes de 2030, la ventana de oportunidad para evitar la cascada de colapsos se cerrará. El estudio destaca que no basta con reducir gradualmente las emisiones; es necesario disminuirlas de manera acelerada para estabilizar la temperatura global.


Acciones Urgentes para Evitar el Punto de No Retorno

La evidencia científica ya muestra señales claras de estrés en estos cuatro sistemas críticos. Para retrasar o evitar el colapso, el informe subraya la urgencia de:


  • Reducir las emisiones antes de 2030: Cumplir compromisos climáticos más ambiciosos que limiten el calentamiento a 1,5 °C.

  • Transición energética: Invertir en energías renovables y mejorar la eficiencia energética para desplazar fuentes fósiles.

  • Restauración forestal: Proteger y reforestar zonas degradadas, especialmente en la Amazonía, para mantener su función como sumidero de carbono.

  • Adaptación urbana: Promover la eliminación del amianto y la modernización de infraestructuras para reducir la huella ecológica y fortalecer la resiliencia climática.


Si bien estos sistemas vitales ya muestran signos de desgaste, cada acción a tiempo puede marcar la diferencia entre un colapso generalizado y un escenario donde, aunque los riesgos persistan, se eviten consecuencias irreversibles para el planeta y las generaciones futuras.

Comparte

bottom of page