La Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular —en una sesión que se extendió hasta la madrugada— modificaciones a la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que introducen nuevas cargas fiscales para varios productos, entre ellos los videojuegos con contenido violento y las bebidas con edulcorantes denominadas “light” o “cero”. El dictamen obtuvo 337 votos a favor, 126 en contra y cero abstenciones, y fue turnado al Senado para su discusión.

Uno de los cambios más polémicos es la creación de un IEPS del 8% aplicable a la venta, acceso o descarga digital de videojuegos que contengan contenido violento o que no sean aptos para menores, una medida que la oposición calificó como “absurda” y con fines recaudatorios. Legisladores críticos advirtieron que la medida sienta un precedente peligroso y que penaliza a los consumidores y jugadores en lugar de abordar las causas de la violencia.

En materia de bebidas saborizadas, el Congreso decidió incrementar la cuota específica por litro para las bebidas con azúcares añadidos a unos 3.08 pesos por litro, mientras que, tras un acuerdo entre representantes del gobierno federal y la industria refresquera, las bebidas con edulcorantes (“light” y “cero”) pagarán una cuota de 1.50 pesos por litro. El cambio amplía la base del impuesto para incluir bebidas que contienen edulcorantes definidos expresamente en la reforma. Estas modificaciones han sido justificadas como parte de una política de “impuestos saludables”, pero para la oposición representan una carga adicional sobre el bolsillo de los consumidores.

La aprobación —que incluyó más de 200 reservas, de las cuales solo una fue aceptada— generó acusaciones de cabildeo y de acuerdos “en lo oscurito” entre el gobierno y las refresqueras. Diputados de oposición, como José Elías Lixa (PAN), criticaron el pacto y sostuvieron que el arreglo beneficia a las empresas en detrimento de la población. Por su parte, el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, rechazó la versión de cabildeo y aseguró que la interlocución buscó recomponer relaciones con el sector económico.

El paquete fiscal aprobado incluye además ajustes en otros rubros catalogados como “impuestos saludables” o de carácter recaudatorio: el IEPS para cigarros y otros tabacos labrados se elevó hasta 100% en su tasa, mientras que el gravamen específico por cigarro tendrá aumentos graduales. Asimismo, el impuesto sobre juegos y sorteos se incrementó del 30% al 50% para desincentivar su uso. Estos cambios forman parte de una batería de medidas que el Ejecutivo incorporó al Paquete Económico 2026 con el objetivo de aumentar la recaudación pública.

Organizaciones civiles, legisladores y especialistas han señalado riesgos: repercusiones en el consumo, posibles efectos en la canasta básica y en la inflación, además de cuestionamientos sobre la eficacia de gravar productos culturales o de entretenimiento como los videojuegos para combatir problemas sociales complejos. Los promotores de la reforma han planteado que los recursos adicionales servirán para programas de salud pública y tratamientos relacionados con enfermedades crónicas.

El dictamen ahora continuará su trámite en el Senado de la República, donde se definirá el texto final que entraría en vigor a partir del ejercicio fiscal 2026 si se mantiene tal como fue aprobado en San Lázaro. Mientras tanto, el debate público sobre la conveniencia y el impacto de estos nuevos impuestos —especialmente el gravamen a videojuegos y las cuotas diferenciadas para bebidas edulcoradas— permanece abierto y será materia de análisis técnico, político y social en las próximas semanas.