El Programa Mundial de Alimentos (PMA) condenó enérgicamente el uso de tanques, francotiradores y “otros disparos” contra una multitud de palestinos que acudía a un convoy de ayuda alimentaria en el norte de Gaza, en un incidente que, según el Ministerio de Salud de Gaza, dejó al menos 80 muertos. Testigos y personal sanitario describieron cómo las fuerzas israelíes abrieron fuego pese a las garantías de seguridad previas.

La violencia ocurrió cuando un carrusel de 25 camiones entró en una zona gravemente afectada. Fotografías difundidas por la AP mostraron decenas de cuerpos en hospitales como al‑Shifa y la clínica Sheikh Radwan, y médicos denunciaron más de 300 heridos atendidos tras el ataque. El Ejército israelí, por su parte, afirmó que sólo se realizaron “disparos de advertencia para eliminar una amenaza inmediata” y cuestionó las cifras de víctimas.

Este episodio resalta la crisis humanitaria en Gaza, donde más de 59,000 palestinos han perdido la vida desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, según el propio Ministerio de Salud de la Franja. Las conversaciones de alto el fuego siguen estancadas, mientras el bloqueo y la escasez de alimentos empujan a la población al límite.

Organizaciones internacionales y la ONU han urgido a detener los tiroteos en puntos de distribución de ayuda y garantizar corredores humanitarios seguros. El propio PMA advirtió que el acceso a la asistencia se ha vuelto “peligroso” y pidió respeto al derecho internacional humanitario para evitar más tragedias.