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Adiós al Nobel: Muere Mario Vargas Llosa, gigante de la literatura latinoamericana

El Premio Nobel de Literatura 2010 falleció el 13 de abril de 2025 en Lima a los 89 años, dejando un legado de novelas, ensayos y compromiso intelectual que marcó al Boom latinoamericano.

Lima

14 de abril de 2025

Manuel Jasso

El escritor Mario Vargas Llosa falleció el domingo 13 de abril de 2025 en Lima, rodeado de su familia, a la edad de 89 años. La noticia fue confirmada por sus hijos a través de un comunicado en redes sociales. Su partida marca el cierre de una era para la literatura en español, pues Vargas Llosa se consolidó como una de las voces más influyentes de América Latina.


A lo largo de seis décadas, Vargas Llosa destacó como novelista, ensayista y periodista, contribuyendo al Boom latinoamericano con obras traducidas a decenas de idiomas. Su primera gran novela, La ciudad y los perros (1963), se inspiró en su paso por la academia militar de Lima, y consolidó su reputación junto a títulos como La casa verde (1966), La guerra del fin del mundo (1981) y La fiesta del chivo (2000).


Entre los reconocimientos recibidos figuran el Premio Rómulo Gallegos (1967), el Premio Príncipe de Asturias (1986), el Miguel de Cervantes (1994) y, en 2010, el Premio Nobel de Literatura, otorgado “por su cartografía de las estructuras de poder y sus agudas imágenes de la resistencia individual, la revuelta y la derrota”. Además, fue nombrado Caballero de la Legión de Honor en Francia, miembro de la Académie française en 2021 y recibió el título nobiliario de Marqués de Vargas Llosa de manos del rey Juan Carlos I en 2011.


Nacido el 28 de marzo de 1936 en Arequipa (Perú), Vargas Llosa inició su carrera como periodista y autor de cuentos antes de instalarse en París a finales de los años cincuenta. Su versatilidad lo llevó a explorar géneros diversos: de la comedia a la novela histórica, siempre con un enfoque crítico hacia el poder y la sociedad. Su última obra, Le dedico mi silencio (2023), rindió homenaje a la música criolla peruana y cerró su larga trayectoria en la ficción.


Además de su legado literario, Vargas Llosa incursionó en la política: en 1990 fue candidato a la presidencia de Perú y, tras su derrota, se nacionalizó español. Nunca abandonó su pasión por la escritura ni su defensa de la libertad de pensamiento, convencido de que la literatura tiende puentes entre culturas y alimenta el espíritu crítico, motor del progreso.


Con su partida, el mundo pierde a un autor que transformó la literatura en un espacio de debate y reflexión. Su obra y su voz seguirán inspirando a nuevas generaciones de lectores y escritores, recordándonos que, como él mismo dijo, leer y escribir son actos de protesta contra las insuficiencias de la vida.

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