La Fuerza Amplia de Transportistas (FAT) decidió suspender la megamarcha que tenía prevista para este miércoles en la Ciudad de México, luego de llegar a un acuerdo para sostener una mesa de diálogo con autoridades de la capital. La decisión se anunció poco antes de la madrugada y evitó el bloqueo de avenidas y accesos principales.

Según el entendimiento alcanzado, los representantes del sector y la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, así como otras agrupaciones del gremio, fijaron la fecha del encuentro para el viernes 31 de octubre a las 16:00 horas, en las instalaciones de la Secretaría de Movilidad (Semovi). En virtud de este compromiso, los transportistas optaron por posponer la movilización prevista.

En su comunicado, la FAT reconoció la apertura al diálogo mostrada por la Secretaría de Movilidad y la Secretaría de Gobierno de la capital, y explicó que la protesta masiva había sido planteada como “última opción” para visibilizar la difícil situación económica y laboral que atraviesa el sector transportista en la ciudad. Esa precariedad —dicen los dirigentes— motivó la convocatoria para exigir soluciones en materia tarifaria y apoyos operativos.

La suspensión temporal del bloqueo fue interpretada por autoridades y analistas como una oportunidad para canalizar las demandas a través de mesas técnicas, donde se buscará atender temas como la homologación de tarifas, bonos por combustible y esquemas de apoyo para concesionarios y choferes. Las agrupaciones participantes y el gobierno capitalino anunciaron que informarán sobre los acuerdos que surjan de la reunión.

Mientras tanto, la Ciudad de México mantuvo la normalidad vial durante la jornada prevista para la movilización, y las autoridades hicieron un llamado a mantener el canal del diálogo abierto para evitar afectaciones a la población. Los transportistas advirtieron que, de no avanzar las negociaciones, la posibilidad de nuevas movilizaciones permanecerá como herramienta de presión.