Trump impone aranceles a 185 países
Nuevas tarifas de Estados Unidos generan tensiones en Asia, la Unión Europea y América Latina.

Estados Unidos
3 de abril de 2025
Manuel Jasso
La dinámica del comercio internacional se encuentra en plena transformación tras el denominado “día de la liberación”, en el que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la aplicación de elevados aranceles a 185 países de todos los continentes. Estas medidas, que forman parte de una estrategia de proteccionismo comercial, impactan directamente en naciones asiáticas, la Unión Europea, América Latina e incluso territorios insólitos como islas habitadas únicamente por pingüinos.
El anuncio de la Casa Blanca desglosa los nuevos niveles arancelarios en diversas regiones. Entre los países del Sureste Asiático, Camboya se ve afectada con un 49% de aranceles, seguida por Laos (48%), Vietnam (46%), Myanmar (45%) y China, que ve incrementada su tasa total al 54% al sumar un 20% previo a sus actuales 34%. Otros países de la región, como Tailandia (37%), Indonesia (32%), India (26%), Japón, Malasia, Brunéi (24% cada uno) y Filipinas (18%), también enfrentarán tarifas elevadas, lo que amenaza el comercio y la inversión en una zona que se había beneficiado de menores barreras comerciales.
La estrategia de Trump se extiende a la Unión Europea, a la cual se le impone un arancel uniforme del 20% para los 27 países del bloque, sumado a un 25% adicional en acero y aluminio, afectando a naciones históricamente vinculadas al comercio transatlántico. Por su parte, el Reino Unido deberá enfrentarse a un 10% de aranceles, mientras que en América Latina, países como Brasil, Colombia, Chile, Argentina, Perú, Costa Rica, Ecuador, República Dominicana, Guatemala, Honduras y El Salvador verán aplicados un 10% de aranceles básicos.
México y Canadá, aunque por ahora se resguardan de esta tasa por cumplir con las reglas de origen del T-MEC, deberán enfrentar un arancel general del 25% en productos no incluidos en dicho tratado, lo que afectará significativamente a las exportaciones.
Incluso territorios tan remotos como las islas Heard y McDonald, habitadas únicamente por pingüinos, no quedan exentos, siendo sujetos a un 10% de aranceles. En contraste, Rusia, Cuba, Belarús y Corea del Norte han sido excluidos de estas nuevas medidas, en parte por las sanciones ya vigentes y la mínima actividad comercial directa con Estados Unidos.
Trump ha justificado estas tarifas afirmando que se trata de medidas “recíprocas”, equiparables a las impuestas por otras naciones. Sin embargo, declaraciones de líderes internacionales, como la del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ponen en entredicho esta narrativa.
Según datos de la Organización Mundial del Comercio, los aranceles reales que la Unión Europea impone a Estados Unidos rondan el 3% y no los supuestos 39%, evidenciando que las tarifas estadounidenses suelen ser menores a las de otros países, tanto en términos generales como en el sector agrícola.
Este nuevo escenario en la guerra comercial global se enmarca en décadas de negociaciones que desde la Ronda de Uruguay (1986-1994) han configurado el sistema de comercio mundial. Las medidas anunciadas por Trump no solo reconfiguran el panorama comercial, sino que también generan incertidumbre sobre el futuro de las relaciones económicas internacionales y el equilibrio de poder en el comercio global.