Trump lanza “uso extraordinario de la fuerza” contra Irán y ataca tres complejos nucleares
Fordow, Natanz e Isfahan sufren cráteres y daños en instalaciones clave; analistas advierten que el alcance real bajo tierra aún es incierto.

Irán
23 de junio de 2025
Redacción
En la noche del sábado, el presidente estadounidense Donald Trump ordenó ataques aéreos y con misiles sobre tres de los centros nucleares más sensibles de Irán: Fordow, Natanz e Isfahan. Según fuentes oficiales de la Administración, más de una docena de bombas “antibúnkeres” GBU-57/B Massive Ordnance Penetrators fueron lanzadas desde bombarderos B-2 sobre Fordow y Natanz, mientras que submarinos de la Marina dispararon decenas de misiles de crucero Tomahawk contra Isfahan y Natanz.
Fordow, construido bajo cientos de metros de roca para resistir ataques, registró al menos seis cráteres de gran diámetro en la superficie, alineados a lo largo de la cresta que protege sus túneles de centrifugación. Expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) consideran “probable” que las explosiones hayan comprometido la integridad de las centrifugadoras y las salas de enriquecimiento, dada la naturaleza sensible a las vibraciones de estos equipos.
En Natanz, sede del mayor centro de enriquecimiento nuclear con centrifugadoras de gas, dos cráteres —uno de cerca de 5.5 metros y otro de 3.2 metros de diámetro— fueron identificados directamente sobre las instalaciones subterráneas, según análisis satelitales. Aunque Israel ya había dañado la infraestructura eléctrica de Natanz en el ataque del 13 de junio, esta segunda ofensiva estadounidense apuntó a profundizar aún más el impacto sobre las operaciones de enriquecimiento.
El complejo de Isfahan, centro de investigación nuclear y conversión de uranio, sufrió destrozos en al menos 18 estructuras superficiales y aparentes derrumbes en varios túneles de acceso subterráneo. Informes señalan que estas intervenciones buscan destruir reservas de uranio urbano enriquecido al 20% y 60%, lo que, de confirmarse, representaría un golpe directo a las existencias de material fisionable de Irán.
Pese a que Trump proclamó la “obliteración total” de los sitios atacados y celebró un “éxito militar espectacular”, analistas internacionales mantienen reservas. El director del OIEA, Rafael Grossi, admitió que aún es “demasiado pronto” para valorar daños internos y que la falta de acceso complica una evaluación completa. Según expertos en proliferación, Irán podría haber trasladado equipos críticos antes del ataque, por lo que el daño estratégico podría ser menor al devastador impacto táctico.
Implicaciones y perspectivas
Aunque los bombardeos suponen un revés para el programa nuclear iraní, el consenso es que EE.UU. no ha logrado eliminar por completo la capacidad de enriquecimiento de Irán. El Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional advirtió que, si bien es posible que Fordow y Natanz queden “prácticamente inutilizables”, el conocimiento técnico y los materiales ya movidos podrían permitir una reconstitución parcial en el mediano plazo. La diplomacia, dicen, sigue siendo indispensable para evitar una escalada mayor en Oriente Medio.