Trump propone a Ucrania transferir planta nuclear de Zaporiyia a EE.UU: Zelenskyy rechaza ceder soberanía
Conversación entre líderes revive tensión geopolítica por seguridad energética; planta bajo control ruso enfrenta riesgos de radiación.

Estados Unidos/Ucrania
21 de marzo de 2025
Manuel Jasso
Una llamada entre el expresidente estadounidense Donald Trump y su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, reveló una polémica propuesta: transferir la propiedad de la Planta Nuclear de Zaporiyia —la más grande de Europa— a Estados Unidos para garantizar su seguridad. La instalación, ocupada por Rusia desde 2022, sigue siendo un punto crítico en la guerra, con riesgos de catástrofe radiactiva. Zelenskyy aclaró que solo se discutió el futuro de esta planta, no las otras tres operadas por Ucrania, y subrayó: “Todas pertenecen al pueblo ucraniano”.
Según un comunicado de la Casa Blanca, Trump sugirió que la propiedad estadounidense podría proteger mejor la infraestructura, argumentando que inversiones y modernización desde EE.UU. serían clave. Zelenskyy reconoció que, si Washington recuperara el control de Rusia, Ucrania “consideraría” la propuesta, pero descartó ceder soberanía. La planta, inactiva desde hace años pero con combustible nuclear que requiere refrigeración, enfrenta deterioro por la ocupación rusa y la huida de personal especializado, según Energoatom, operador nuclear ucraniano.
La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) ha alertado sobre fallas en los sistemas de enfriamiento tras el colapso de una represa en 2023, lo que obligó a excavar pozos de emergencia. Rafael Grossi, director del organismo, denunció restricciones rusas para inspeccionar la planta. Zelenskyy advirtió que reactivarla tomará al menos dos años y será imposible mientras tropas rusas sigan cerca: “Nadie trabajará en esas condiciones. Podrían volarla al día siguiente”.
El diálogo refleja la complejidad de resolver el estatus de Zaporiyia, enclave estratégico en el conflicto. Mientras Trump busca ampliar la influencia de EE.UU., Ucrania insiste en su soberanía ante una posible escalada de tensiones con Moscú. La planta, ubicada a 100 km de las fuerzas ucranianas y separada por el río Dnipro, sigue siendo un símbolo de la lucha por el control territorial y la seguridad global ante la amenaza nuclear.