Cruise de GM abandona negocio de taxis robot tras años de inversión millonaria
General Motors cambia enfoque por desarrollo de vehículos autónomos para propietarios privados.

Detroit, Michigan
11 de diciembre de 2024
Redacción
Cruise, la compañía de taxis autónomos de General Motors (GM), ha decidido cerrar su división de robotaxis después de más de una década de operaciones. En un giro sorpresivo, GM anunció que cesará la inversión en este proyecto, que ha absorbido más de 10.000 millones de dólares. La automotriz, que compró Cruise en 2016, afirma que la expansión de los taxis sin conductor se enfrenta a un mercado cada vez más competitivo y a obstáculos regulatorios que dificultan su viabilidad económica.
La decisión llega tras un accidente grave en 2023 en San Francisco, donde uno de los vehículos autónomos de Cruise atropelló y arrastró a una persona, lo que resultó en la suspensión temporal de sus operaciones. Aunque Cruise había logrado ofrecer taxis autónomos en varias ciudades como la propia San Francisco, Austin y Phoenix, la falta de rentabilidad y los constantes problemas técnicos llevaron a GM a replantear su estrategia.
General Motors optará ahora por integrar a Cruise como una unidad más dentro de la compañía, orientándose al desarrollo de vehículos autónomos para propietarios privados. Este enfoque responde a la creciente demanda de automóviles sin conductor para uso personal, una tendencia que ha sido más atractiva para los consumidores que los servicios de movilidad compartida.
La decisión de GM sigue una tendencia en la industria automotriz, donde otras grandes compañías, como Ford, también han dado marcha atrás en sus apuestas por los taxis robot. Ford abandonó en 2022 su inversión en Argo AI, una startup de conducción autónoma, citando obstáculos financieros y regulatorios similares a los que enfrenta Cruise.
A pesar de estos fracasos, el mercado de vehículos autónomos sigue siendo prometedor. Empresas como Waymo, propiedad de Alphabet (Google), continúan operando con éxito en algunas ciudades, ampliando su presencia a lugares como Los Ángeles. Además, nuevos actores como Motional, respaldada por Hyundai, siguen avanzando en la tecnología de robotaxis, aunque en fases más tempranas de desarrollo.
Este cambio en la estrategia de GM refleja la dificultad de la industria automotriz para hacer realidad la visión de los taxis sin conductor a gran escala. Los expertos apuntan que, a pesar de los avances, la plena madurez de la tecnología autónoma podría tardar aún una década o más en llegar, lo que obliga a los fabricantes a replantear sus prioridades y enfoques comerciales.