La pesadilla de los incendios forestales en California no cesa. Este jueves, los dos incendios más destructivos en el área de Los Ángeles han dejado al menos 10 mil estructuras quemadas, entre ellas viviendas y edificios comerciales. La magnitud de la tragedia obliga a las autoridades a tomar medidas urgentes y más de 180 mil personas se encuentran bajo órdenes de evacuación mientras las llamas siguen su avance imparable.

El incendio Kenneth, que se desató en el Valle de San Fernando, se ha expandido rápidamente hacia el condado de Ventura, donde las llamas ya han causado estragos. Aunque el trabajo de los bomberos ha permitido cierto control, los vientos fuertes de la noche de este jueves incrementaron la amenaza. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, hizo un llamado a la calma, pero advirtió que la situación podría empeorar rápidamente. “Esperamos que este incendio se propague aún más por los fuertes vientos”, señaló Bass.

Por otro lado, el incendio Eaton, cercano a Pasadena, ha destruido más de 5 mil estructuras desde que comenzó el martes. En Pacific Palisades, el incendio más devastador en la historia reciente de Los Ángeles ha arrasado con más de 5 mil 300 edificaciones. La devastación está dejando una huella imborrable en la segunda ciudad más grande de Estados Unidos.

El impacto de estos incendios ha alcanzado una magnitud difícil de asimilar. Más de 116 kilómetros cuadrados de terreno han sido consumidos por las llamas. A la tristeza y desesperación de los residentes, se suma una creciente polémica política entre el presidente electo Donald Trump y el gobernador de California, Gavin Newsom. Trump ha criticado fuertemente las políticas de gestión forestal del demócrata Newsom, incluso culpando de los desastres naturales a las políticas de conservación de recursos acuáticos.

Trump no ha tenido reparos en culpar al gobernador por la falta de agua para combatir los incendios. “¡Ya es demasiado tarde! Newsom debería renunciar”, exclamó el presidente electo en redes sociales. En respuesta, Newsom condenó la politización de la tragedia, subrayando que lo único importante en estos momentos es salvar vidas y ayudar a quienes lo han perdido todo. “Este tipo quiere politizarlo mientras la gente huye y llora la pérdida de sus seres queridos”, manifestó Newsom.

Mientras la política se agita en medio del desastre, la tragedia sigue su curso. La presidente de México, Claudia Sheinbaum, expresó su solidaridad con los afectados, especialmente con la comunidad mexicana en Los Ángeles. En un gesto de apoyo, Sheinbaum afirmó que su gobierno estará en contacto constante con el Consulado mexicano en la ciudad para proporcionar asistencia y recursos a los connacionales afectados por los incendios.